EEUU vs. Rusia
Putin se burla de Biden y le desea buena salud
El dirigente ruso ha reaccionado a las declaraciones del presidente estadounidense: “Cuando valoramos a otras personas es como si nos mirásemos en un espejo”
Saltan chispas en la relación entre Estados Unidos y Rusia. Para Moscú las palabras del presidente estadounidense, vertidas en una entrevista en la ABC, son poco menos que una declaración de guerra diplomática. Joe Biden no dudó en calificar de «asesino» a Vladimir Putin. También explicó que detrás de sus ojos no hay alma. Suena literario, pero anticipa turbulencias de calibre grueso, después de cuatro años de una Casa Blanca, la de Donald Trump, teóricamente más afín.
Dimitri Peskov, portavoz del Gobierno ruso, le ha dicho a los periodistas que se trata de un momento sin precedentes en la historia reciente. En su opinión, Biden no quiere mejorar las relaciones entre los dos países. También calificó las declaraciones de «muy malas».
La erosión había conocido un segundo capítulo explosivo con el informe del Consejo Nacional de Inteligencia, que sentencia de que Rusia diseñó una campaña de propaganda para tratar de influir en las elecciones de 2020. El espionaje estadounidense considera que Moscú autorizó «operaciones de influencia destinadas a denigrar la candidatura del presidente Biden y al Partido Demócrata, apoyar a Trump, socavar la confianza pública en el proceso electoral y exacerbar las divisiones sociopolíticas en EE UU».
Putin, de momento, ha llamado a consultas a su embajador en Estados Unidos, Anatoly Antonov. El embajador de Rusia partirá de Washington el sábado para realizar consultas urgentes en Moscú, confirmó la embajada, advirtiendo que las relaciones bilaterales estaban al borde del «colapso».
Están en juego las relaciones de las dos potencias, seriamente dañadas tanto por el informe de la inteligencia como por las declaraciones de Biden. Cuando a Putin le preguntaron por su opinión, respondió a la Prensa que le desea que esté saludable. «Buena salud», dijo, «lo digo sin ironía, sin bromas. Esto es en primer lugar». Respecto al epíteto de asesino, comentó que «durante la infancia, al discutir, decíamos: ‘El que insulta se califica a sí mismo’. Esto no es una coincidencia, esto no es solo una broma infantil, tiene un significado psicológico muy profundo». Es decir, «el que lo dice, lo es».
Sin embargo, horas más tarde, el presidente ruso aseguró que está dispuesto a mantener un diálogo «en directo» con el jefe de la Casa Blanca, algo, ha dicho, que «sería interesante para el pueblo de Rusia y de EE UU, al igual que para otros países». Putin propuso mantener ese encuentro telefónico hoy o ya el lunes. «Debemos mantener las relaciones. Tenemos algo de que hablar, algo que compartir, pero repito, siempre que sea una conversación directa y honesta».
La portavoz de Exteriores rusa, Maria Zajarova, acusó a Washington de llevar las relaciones bilaterales a un «callejón sin salida». «No solo eso, sino también han hecho lo mismo con su propia ideología», aseguró. Además, lamentó la «demonización» de Rusia por parte de EE UU, algo que considera que ha alcanzado «su límite». «Esta es una señal de que ya necesitan cambiar algo dentro de sí mismos, necesitan inventar nuevos pasos y, lo mejor de todo, volver a la realidad», destacó.
Desde la Casa Blanca, ayer arroparon a Biden. Su portavoz, Jen Psaki, manifestó que el presidente de EE UU no se arrepiente de haber llamado «asesino» a su homólogo ruso. «No, el presidente dio una respuesta directa a una pregunta directa», reconoció. Ambos «tienen perspectivas diferentes sobre sus respectivos países y sobre cómo enfocar el compromiso en el mundo, pero en lo que están de acuerdo es en que debemos seguir buscando formas de trabajar juntos, como señaló Putin en sus comentarios», informó Psaki. Sin embargo, «el presidente no se va a contener cuando tenga preocupaciones, ya sea con palabras o con acciones», advirtió.
Los frentes se multiplican entre los Moscú y Washington. Más allá de las denuncias por violaciones de los derechos humanos, auténtico caballo de batalla de la nueva Administración, palpita la situación en Ucrania, eternamente enquistada. También existen sospechas de que Rusia podría haber puesto precio a los soldados estadounidenses en Afganistán. Sin olvidar la necesaria renovación del acuerdo START para el control de las armas nucleares.
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