El futuro

“El príncipe Carlos se ha preparado toda su vida para ser el rey de Inglaterra”

Erik Goldstein, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Boston, analiza para LA RAZÓN el futuro de la corona británica

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Hoy se cumple una semana desde que el duque Felipe de Edimburgo tuvo que ser ingresado en el hospital Eduardo VII de Londres tras «sentirse mal». Esta confirmación por parte del palacio de Buckingham hizo que cundiera la preocupación porla avanzada edad del maridode la reina Isabel II, con 99 años.

De hecho, su hijo -el príncipe Carlos- recorrió más 200 kilómetros este sábado para visitar a su padre. Quienes pudieron ver de cerca al eterno heredero al trono británico, aseguraron que a la salida del hospital el príncipe tenía los ojos rojos y humedecidos como si hubiera estado llorando. La visita en sí misma y las posibles lágrimas hicieron despertar las dudas entre los británicos acerca del verdadero estado de salud de Felipe.

Erik Goldstein, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Boston, analiza para LA RAZÓN el futuro de la corona británica.

-¿Cómo ve el futuro de la corona británica cuando muera el duque de Edimburgo? ¿Existe algún tipo de protocolo por parte del Palacio de Buckingham para el día de su fallecimiento?

-Supondrá un precedente a la muerte de la reina Isabel II y la transición hacia un nuevo reinado. Felipe ha estado a su lado desde que ella ascendió al trono y ambos son vistos como símbolos conjuntos del país y de la Commonwealth en general. El Palacio tiene un plan bien elaborado para el fallecimiento de cualquier miembro de alto rango de la Familia Real. No obstante, la actual situación por la pandemia puede provocar la necesidad de modificar algunos de esos planes de contingencia.

-El príncipe Felipe es una figura muy respetada en Reino Unido por ser el gran apoyo de la reina durante 70 años. Sin embargo, también ha sido objeto de fuertes críticas a lo largo de estos años por sus bromas y comentarios inapropiados.

-Si bien es cierto que a veces sus meteduras de pata acapararon muchos titulares, sus apariciones públicas constantemente en nombre de varias asociaciones y organizaciones benéficas también le han servido para ganarse un gran respeto. Por ejemplo, el programa “Premio del duque de Edimburgo” es un reconocimiento muy solicitado por los jóvenes en muchos países.

-Mientras tanto, el príncipe Carlos sigue siendo el eterno heredero del trono británico a los 72 años. ¿Cree que algún día se convertirá en rey?

-Se habla de que un expríncipe de Gales, posterior a Eduardo VII, dijo un día que “la mayoría de la gente reza al Padre Eterno, pero yo soy el único perjudicado con una Madre Eterna”. El príncipe Carlos se ha preparado toda su vida para afrontar este papel y sin duda estará listo para asumirlo. Se considera que Eduardo VII en su reinado de nueve años tuvo mucho éxito, incluso después de un aprendizaje tan largo.

-¿Qué opinión le merece la riqueza oculta de la reina Isabel II y los últimos escándalos del príncipe Andrés? Este último ha vuelto a acaparar el centro de atención por su amistad con el pedófilo Jeffrey Epstein.

-La riqueza de la reina Isabel no está “oculta”. Nadie se cree que tenga amplias cuentas secretas. Los bienes de la familia (a diferencia de los bienes de la corona) tuvieron que ser restaurados después del breve reinado de Eduardo VIII en 1936. Se dice que la reina ha sido bien informada en cuanto a inversiones y los activos de la familia real han funcionado bien como resultado de su cautelosa gestión. Cabe señalar que no hay ningún escándalo sobre cómo se ha acumulado dicha riqueza. Por su parte, el príncipe Andrés se ha retirado efectivamente de la vida real activa y ya no desempeña ningún papel representativo. Pero la historia de Epstein y el próximo juicio de Ghislaine Maxwell han mantenido su vinculación con el entorno de Epstein en las noticias. Hay que destacar que aún no se ha encontrado ninguna evidencia que demuestre que ha actuado mal por su parte. El matrimonio el año pasado de una de sus hijas y el reciente nacimiento de un nieto le aportaron una imagen positiva. Esto da a entender que cualquier nube que se cierna sobre él no ensombrence a la familia real en general.