Un hombre británico se declaró culpable el lunes de violar las estrictas reglas sobre el coronavirus de Singapur al escabullirse de su habitación de hotel para reunirse con su prometida mientras estaba en dos semanas cuarentena obligatoria. Nigel Skea, de 52 años, enfrenta seis meses de prisión por salir de su habitación tres veces el 21 de septiembre del año pasado, una de las cuales fue para encontrarse con su pareja de Singapur, Agatha Maghesh Eyamalai, que no estaba en cuarentena pero había reservado una habitación en el mismo hotel.

Eyamalai, de 39 años, que se casó con Skea en noviembre, se declaró culpable de ser cómplice de él. Skea tampoco llevaba máscara, que es un requisito en Singapur. La ciudad-estado requiere que la mayoría de las llegadas se sometan a 14 días de cuarentena en hoteles designados por el gobierno.

Skea estuvo dos veces “merodeando por el pasillo” y fue a la habitación de Eyamalai 13 pisos más arriba usando una escalera a través de una puerta de salida de emergencia, que ella le había abierto, según los cargos. “Esta es una historia clásica de dos amantes que quieren estar juntos y tratar de estar lo más cerca posible el uno del otro, pero violando la ley”, dijo a la corte el abogado de la pareja, S.S. Dhillon.

Se espera que la sentencia se dicte el 26 de febrero. Las violaciones de la cuarentena conllevan una multa de hasta 7,565 dólares o hasta seis meses de cárcel, o ambos. Singapur ha encarcelado y multado a otros por violar las reglas de COVID-19, mientras que a algunos extranjeros también se les han revocado sus permisos de trabajo. En gran medida, ha controlado el coronavirus, con menos de un puñado de nuevos casos locales al día, debido a la estricta cuarentena de las llegadas, el rastreo de contactos y el distanciamiento social.