Yihadismo
El Estado Islámico, tajante: “Nuestra guerra es una guerra de religión”
Los cabecillas de la banda yihadista afirman que no hay sitio en el mundo nada más que para la “sharia” del Islam
El Estado Islámico (Isis, Daesh) lo deja claro, ante quienes se empeñan en otros planteamientos, quizás por temor a afrontar esta realidad: “la guerra que hacemos es una guerra de religión”.
Así lo explican en el editorial de su seminario “Naba”, publicado esta madrugada, el 271, en que se jactan de haber cometido el atentado suicida de Bagdag, que costó la vida a una treintena de personas y que presentan como un ataque a los “politeístas”.
Los yihadistas pretenden, como objetivo estratégico, la imposición de un “califato” mundial, regido por la Sharia (interpretación rigorista del Islam). Si cometen atentados es, desde su perspectiva, en nombre de Alá, por motivos religiosos. No interiorizar esta realidad es dilatar la solución del problema en el tiempo.
Un yihadista que se monta en una patera en África, llega a Lampedusa (Italia) y, a la primera ocasión, se dirige directamente a la localidad francesa de Niza, a la Basílica de Nuestra Señora, para asesinar a tres personas, ¿qué motivaciones tenía?. Y los de Sri Lanka o Filipinas. Y los de Nigeria...etcétera.
En su editorial, Daesh señala que, tras el atentado de Bagdad, en el que fueron afectados “más de 130 apóstatas chiítas”, se han hecho muchas interpretaciones y se han vertido “lágrimas de mentira”
“Esta es la verdad que los ignorantes deben saber, y los que se olvidan de recordarla: que la guerra entre nosotros y los politeístas no puede cesar, porque es una guerra religiosa y no una guerra por intereses, regiones e influencias, justo cuando nos acercamos a Dios Todopoderoso luchando contra ellos y derramando su sangre por su incredulidad”.
“Que nadie espere que esta guerra termine mientras estén (los infieles) en la Tierra, o nosotros y ellos”.
Lo dicho respecto a los chiítas vale para las demás religiones, en especial la cristiana, que se ha convertido en objetivo permanente de los atentados yihadistas.