Transición
Antes de la cita histórica del 20 de enero, cuando los demócratas Joe Biden y Kamala Harris tomen posesión de su cargo como presidente y vicepresidenta de Estados Unidos, respectivamente, toda la atención en pleno inicio de 2021 estará puesta en un único lugar. La cúpula política de mayor poder del país y, con probabilidad, del mundo: el Capitolio de Estados Unidos.
Y es que, tanto la Cámara de Representantes como el Senado, trabajan a pleno rendimiento para terminar de configurar el mapa electoral del pasado 3 de noviembre, sentando las bases de la futura representación de cada escaño que tomará las decisiones más importantes del país durante los próximos dos años.
La Cámara Baja, por un lado, designando no sólo a los 435 congresistas que tomaban oficialmente posesión de su cargo, sino también a la persona que presidirá la Cámara. Por otro, el todavía incierto futuro de un Senado a punto de confirmar si las elecciones en Georgia del 5 de enero permiten a los republicanos mantener la tan necesaria mayoría o si, por el contrario, Trump será recordado como el presidente que perdió la reelección y otorgó a los demócratas la llave a las puertas del poder en ambas Cámaras.
De hecho, es una posibilidad presente que el todavía presidente Donald Trump aparezca el 6 de enero en la capital estadounidense, tal y como anunció desde Florida, con alguna sorpresa de última hora. “Nos vemos en Washington el 6 de enero. No se lo pierdan”, publicó el magnate en Twitter hace unos días.
Su empeño por ensombrecer la estabilidad política y alterar el resultado de las elecciones presidenciales que ganaron los demócratas por goleada gracias al voto por correo, ha provocado que incluso ahora, después del recuento manual de votos en estados decisivos que confirmaban la victoria de Biden, el presidente encuentre nuevos argumentos para mantener la llama de la sospecha encendida.
Sobre todo después de que once senadores, encabezados por Ted Cruz, anunciaran su intención de bloquear el nombramiento oficial del demócrata Joe Biden, previsto para el próximo 6 de enero en el Congreso. Junto a Cruz, otros senadores en el cargo como Ron Johnson, de Wisconsin; James Lankford, de Oklahoma; Steve Daines, de Montana; John Kennedy, de Louisiana; Marsha Blackburn, de Tennessee; y Mike Braun; de Indiana.
Y otros cuatro senadores que se unían a los siete anteriores antes incluso de tomar posesión de su cargo. Cynthia Lummis, de Wyoming; Roger Marshall, de Kansas; Bill Hagerty; de Tennessee y Tommy Tuberville, de Alabama.
En un comunicado conjunto, emitido el sábado, el grupo de republicanos dio a conocer que, a su criterio y debido al ajustado margen de victoria en algunos estados decisivos, el Congreso de EEUU debería seguir el precedente de 1877 de nombrar una “Comisión Electoral” para realizar una auditoría de emergencia para revisar los resultados de los comicios de noviembre.
También en campaña los candidatos republicanos al Senado, David Perdue y Kelly Loeffler, han empleado estas semanas la estrategia del miedo, que el senador por Nebraska, Ben Sasse, calificó como “táctica peligrosa”.
Tanto Sasse como otros senadores republicanos criticaron el plan del senador por Missouri, Josh Hawley, así como otra media docena de compañeros de su partido, por objetar contra la nominación de Biden cuando el Congreso se reúna esta próxima semana para certificar oficialmente los votos del Colegio Electoral.
Una auditoria sobre el 3-N
Este grupo de senadores republicanos solicita un plazo de 10 días antes para certificar a Joe Biden como presidente número 46 de EE UU, ya que consideran que es el plazo necesario para llevar a cabo una auditoría sobre las acusaciones de fraude electoral infundadas por el todavía presidente Donald Trump. Esta auditoría “mejoraría la fe en el proceso electoral y la legitimidad de quien se convierta en nuestro próximo presidente”, declaró el senador Ted Cruz.
La cita histórica para sufragar los votos del Colegio Electoral, que ya confirmó la victoria de Joe Biden en diciembre por 306 votos electorales frente a los 232 del republicano, es un trámite burocrático contemplado por la Constitución.
Se espera que, a pesar de los intentos de impedirlo, esta medida anunciada por los senadores republicanos en contra del nombramiento de Joe Biden fracase por falta de apoyo. También se espera un primer mes de 2021 muy intenso en Washington.
El 5 de enero se celebran las elecciones de Georgia a segunda vuelta para determinar quién ocupará los dos escaños del estado en el Senado. Un día después tendrá lugar la certificación de los votos del Colegio Electoral, donde la sombra del fraude de Tump y sus aliados sigue empañando el proceso democrático. El día 20 se celebrará frente al Capitolio la toma de posesión de investidura del presidente Joe Biden y la viceprensidenta Kamala Harris.