Estados Unidos está viviendo un momento histórico sin precedentes. Los primeros meses de 2020 han puesto a prueba la estabilidad sanitaria, económica y social de una de las principales potencias del mundo. Sin olvidar que éste es un año electoral y la gestión del presidente Donald Trump en todos los frentes abiertos que están desafiando a la sociedad estadounidense será decisiva a la hora de aspirar a su reelección cuando la población acuda a las urnas el próximo 3 de noviembre.

Pero también en los momentos más difíciles es cuando el ser humano tiene la oportunidad de mostrar su máximo potencial y algunos aprovechan esas circunstancias para ayudar a los demás.

Es el caso del hermano de la víctima de Mineápolis cuya muerte a manos de la Policía ha desatado la indignación y las protestas por una treintena de ciudades de todo Estados Unidos. Philonise Floyd ponía en marcha una campaña de recaudación de fondos en «GoFundMe» pocas horas después de la tragedia para ofrecer apoyo a la familia de George Floyd, para que así pudieran cubrir los gastos del funeral y el entierro, la atención médica y psicológica de sus parientes, así como el alojamiento y viajes para encauzar los procesos judiciales pertinentes. George Floyd tenía 46 años y una hija de seis. Sus amigos han recordado que la pequeña era el motor de su vida.

«Mi vida se hizo añicos cuando supe del trágico fallecimiento de mi querido hermano, George», reconoce Philonise. El fondo, destinado a la familia de George Floyd, ha superado los 5 millones de dólares en menos de tres días. «Mi familia y yo vimos con horror absoluto cómo el vídeo –ahora infame y horrible– comenzó a extenderse rápidamente por las redes sociales. Lo que vimos en esa cinta nos dejó conmocionados; un agente de Policía blanco de Mineápolis arrodillado directamente sobre el cuello de mi hermano, obstruyendo su capacidad de respirar», indica Philonise.

El policía, el agente Derek Chauvin, con más de veinte años de servicio, sospechó que George Floyd estaba usando un billete falso de 20 dólares. Cuatro días después del crimen fue detenido. Ayer se supo también que su mujer ha pedido el divorcio. Kellie Chauvin, ex Miss Minesota y casada durante diez años con el agente acusado de asfixiar a Floyd ha notificado la solicitud de separación: «Está devastada».