Coronavirus

Caos en el Amazonas brasileño: miles de ataúdes y fosas comunes

Decenas de entierros diarios contradicen las cifras oficiales y colapsan los cementerios de Manaos, la capital del estado. “Los entierran como a perros”, dice un familiar

No cesan los entierros masivos en el estado brasileño de Amazonas
Varios sepultureros en un entierro colectivo en el cementerio Nossa Senhora Aparecida, en la ciudad de Manaos, estado Amazonas (Brasil)RAPHAEL ALVESAgencia EFE

El estado brasileño del Amazonas espera la autorización del Gobierno de Jair Bolsonaro para el envío de 2.000 ataúdes en un avión con los que tratará de evitar el colapso del sistema funerario en su capital, Manaos, debido al aumento vertiginoso de víctimas por coronavirus.

De acuerdo con las estadísticas oficiales, el estado de Amazonas ha registrado hasta el momento 3.833 casos y 304 muertes, pero las cifras reales son mucho mayores debido al creciente aumento de entierros en Manaos.

Solo el domingo, 140 cuerpos fueron enterrados en Manaos, una ciudad rodeada por la jungla. El sábado, oros 98. Según el gobierno municipal, el número de sepelios en los cementerios públicos de la localidad se multiplicó por cuatro en las últimas dos semanas, al pasar de una media diaria de 30 a 120, informa Efe. Muy lejos por tanto de lo que describen las cifras oficiales del Ejecutivo de Brasilia.

“Es una locura, solo una locura”, declaró a “The Guardian” Gilson de Freitas, un vecino de 30 años cuya madre, Rosemeire Rodrigues Silva, fue una de las 136 personas enterradas allí el martes pasado, cuando los funerarios locales establecieron otro macabro récord macabro.

Freitas, que cree que su madre contrajo el Covid-19 después de ser ingresada en un hospital por un derrame cerebral, recordó cómo sus restos fueron arrojados a una fosa llena de fango junto a otros 20 ataúdes. “Fueron arrojados allí como perros”, dijo. “¿Cuánto valen nuestras vidas ahora? Nada."

“La matemática no cuadra”

Según el gobierno municipal, el número de sepelios en los cementerios públicos de la ciudad se multiplicó por cuatro en las últimas dos semanas, al pasar de una media diaria de 30 a 120. “Necesitamos inmediatamente 2.000 urnas” porque “la matemática no cuadra” teniendo “cerca de 1.000 ataúdes almacenados y más de cien funerales por día”, lamentó a Efe Lourival Panhozzi, presidente de la Asociación Brasileña de Empresas y Directores del Sector Funerario de Brasil (Abredif).

Pese a los avisos de los indígenas y otras organizaciones a Bolsonaro, la pandemia azota con toda su fuerza a esta parte de Brasil. Para esquivar el inminente desabastecimiento de urnas funerarias, Abredif solicitó al Gobierno del presidente Jair Bolsonaro la cesión de un avión que transportara 2.000 ataúdes desde Campinas, municipio del estado de Sao Paulo, hasta Manaos. En caso de que la respuesta del Gobierno sea negativa, Panhozzi prevé hacer un llamamiento a las funerarias más próximas, a pesar de las “complicaciones logísticas” que esto podría suponer.

El colapso producido por el Covid-19 ha hecho que el número de entierros por día en la capital de Amazonas no baje de los 120, cuando lo habitual son unos 30
El colapso producido por el Covid-19 ha hecho que el número de entierros por día en la capital de Amazonas no baje de los 120, cuando lo habitual son unos 30RAPHAEL ALVESAgencia EFE

“Por su localización geográfica, Manaos es la zona más preocupante de todo Brasil porque el abastecimiento es muy complicado” y el 70% de la producción de urnas funerarias, añadió Panhozzi, tiene lugar en la región sudeste del país, con lo que se necesitan entre diez y doce días por carretera para hacerlas llegar al estado de la Amazonas.

El coronavirus pudo llegar a esta ciudad de más de dos millones de habitantes el 11 de marzo a través de una mujer de 49 años que había volado desde Londres, recuerda “The Guardian”. Seis semanas después, “Manaos está en una carrera contra el reloj para evitar convertirse en la versión brasileña de Guayaquil”, advertía la semana pasada el periódico local “A Crítica”, en referencia a la ciudad ecuatoriana donde los cuerpos se han podrido en las calles y se teme que miles hayan muerto.

Cremaciones gratuitas

Para intentar minimizar el colapso, las autoridades municipales han habilitado un servicio de cremación gratuito y establecieron que las fosas tengan “trincheiras” triples, es decir, fosas que sean más profundas para colocar hasta tres ataúdes. También han alertado de la falta de registro de los casos de coronavirus, ya que del total de óbitos registrados en los últimos días apenas al 10% se le ha asignado como causa confirmada esta enfermedad.

“Ejemplo de esto es que de las 102 muertes registradas el sábado día 25, solamente seis fueron declaradas como COVID-19, es decir, casi el 6%”, señaló la Alcaldía en un comunicado. Las otras causas fueron insuficiencias respiratorias o desconocidas.

En medio de la caótica situación del estado de Amazonas, el papa Francisco llamó este fin de semana al arzobispo de Manaos, Leonardo Steiner, para expresarle su solidaridad y expresar su preocupación por los pueblos indígenas y las víctimas por coronavirus.