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Malta

La difícil herencia que deja Muscat al nuevo «premier» de Malta

Abela toma posesión como primer ministro. Debe restaurar la confianza en las instituciones

El nuevo líder del Partido Laborista de Malta y primer ministro, Robert Abela, y su esposa, Lydia DOMENIC AQUILINAEFE

El abogado Robert Abela juró ayer su cargo como nuevo primer ministro de Malta. Abela recoge el testigo de Joseph Muscat, quien se vio forzado a dimitir por sus vínculos con los supuestos cerebros del asesinato de Daphne Caruana Galizia, periodista especializada en corrupción.

El domingo, Abela fue elegido por sus filas como nuevo líder del Partido Laborista con el 58% de los votos, cargo que también ocupaba antes el asediado Muscat. De 42 años, el nuevo «premier» no lo tiene nada fácil, pues la muerte en 2017 de la reportera ha dejado al descubierto toda una trama de corrupción y connivencia al más alto nivel en la pequeña isla del Mediterráneo. Tanto la opinión pública de Malta como la Unión Europea han perdido la confianza en las instituciones maltesas y el Estado de Derecho.

Según informa «The Times of Malta» en su primera reunión con los altos cargos laboristas, Abela ha hecho énfasis en dejar claro que la prioridad ahora «es volver al trabajo». El nuevo jefe del Gobierno intenta lanzar una imagen de unidad dentro del Gabinete y del grupo parlamentario. Se esperaba que ayer, el abogado e hijo de George Abela, (quien fuera presidente entre 2009 y 2014) diera su primer discurso a la nación.

Con todo, Abela no se saldrá del camino marcado por su predecesor. El continuismo de Muscat seguirá vigente en Malta.

Preguntado el mes pasado al hijo de Caruana Galizia –durante su visita a Madrid con RSF– si se fiaba de los sucesores de, el también periodista Matthew Caruana Galizia recordó a LA RAZÓN que «no confío nada en ellos. Incluso si ahora están haciendo declaraciones en las que se separan de los corruptos, es imposible para ellos hacerlo, pues hubo muchas votaciones en el Parlamento, mociones de confianza para expulsar al jefe de Gabinete del primer ministro (Keith Schembri), votos de confianza para expulsar a Konrad Mizzi cuando era ministro de Energía... Toda esta gente votó para apoyar a los corruptos que mi madre estaba exponiendo y que hoy están implicados en su asesinato».

De hecho, y a pesar de que sorprendentemente la Prensa no fue invitada, en las imágenes se pudo ver ayer a Mizzi respaldando al nuevo «premier». Como recordó en diciembre el propio Matthew, les prima «la estabilidad en el partido, taparse lo más posible, asegurarse que nadie está disgustado y que el partido esté unido. Pero por supuesto que nuestro país es más importante que su partido». Y, como concluía el joven, «los partidos no son equipos de fútbol. No se les debe apoyar ciegamente».