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Estreno

De lo visible y lo invisible

La Razón La Razón

Dirección: Fernando Meirelles. Intérpretes: Mark Ruffalo, Julianne Moore, Alice Braga, Danny Glover, Gael García Bernal. Canadá-Brasil-Japón, 2008. Duración: 120 minutos. Drama. Una vieja tradición de la literatura de ciencia-ficción disfruta desplegando plagas bíblicas sobre las maltrechas conciencias de los hombres para demostrar que, millones de años después de despertar al bipedismo, seguimos siendo bestias. Del mismo modo que las luces en el cielo de «El día de los trífidos» de John Wyndham convirtieron a los hombres en ciegos indefensos, a la merced de una horda de plantas dispuestas a dominar el mundo, en «Ensayo sobre la ceguera» José Saramago utilizó una ceguera contagiosa como metáfora, no demasiado sutil, de la incapacidad del hombre para ver realmente. Parece que una fábula apocalíptica que sustenta su atractivo en la diferencia entre la visión física y la no-visión espiritual podría desembocar en una interesante reflexión, en términos cinematográficos, sobre lo visible y lo invisible. Lo curioso es que la película, siendo escrupulosamente fiel a la novela de Saramago, funciona mejor como cine de género de tendencia «pulp» que como alegoría de altos vuelos.Formalista de inclinaciones publicitarias, Meirelles afronta la epidemia que sostiene la trama inundando la pantalla de un blanco lácteo, inquietante, que convierte el plano en un cuadro de luz donde la ceguera de los personajes, que los ha confinado en una prisión regulada por las normas tribales y violentas de una sociedad sin civilizar, resulta casi paradójica. El reino de lo primitivo corresponde al reino de lo visible: el espectador ve el mundo en ruinas de la realidad contemporánea a través de su alter ego, la única mujer que puede ver (Julianne Moore), y los momentos más afortunados de la película son los que potencian una atmósfera de profundo mal rollo. Es una pena que Meirelles no parezca darse cuenta de que «A ciegas» es, simplemente, una cinta de terror de serie B: las pretensiones de la narración en «off» demuestran que quizá al directorle habría gustado hacer otra película.