Prevención
Cerca de 3000 personas en España sufren hemofilia
Esta patología congénita se debe a una alteración en la coagulación sanguínea y llega a desencadenar hemorragias espontáneas
La historia de la hemofilia es muy antigua. Si bien sus comienzos estuvieron envueltos en mucho misterio, en la actualidad conocemos mucho acerca de esta patología, que, en nuestro país padecen cerca de 3.000 personas. La hemofilia es una enfermedad congénita y en la mayoría de los casos hereditaria, que se produce por un déficit de algunos factores de coagulación y que pueden dar lugar a la aparición de hemorragias espontáneas o producidas por algún traumatismo. Los expertos aseguran además que en los últimos años se ha observado un aumento del número de pacientes en nuestro país. Según el doctor Manuel Moreno, presidente de la Real Fundación Victoria Eugenia y especialista del Servicio de Hematología del Hospital La Arrixaca de Murcia, «cada año se diagnostican en España entre 20 y 25 casos de hemofilia. Además, venimos detectando un aumento considerable del número de pacientes fruto, fundamentalmente, de los movimientos migratorios».
Más recursosRecientemente pacientes y especialistas han celebrado el Día Mundial de esta enfermedad para reclamar, de manera conjunta, el abordaje integral de la misma. Y es que, «el tratamiento del hemofílico no pasa sólo por las manos de los hematólogos. En estos casos, fisioterapeutas, radiólogos, traumatólogos, psicólogos e, incluso, dentistas deben implicarse en el manejo integral de los afectados. Sólo así, los pacientes hemofílicos podremos estar tratados de forma segura y eficazmente», explica Luis Vañó, presidente de la Federación Española de Hemofilia (Fedhemo).Con todo esto la situación de los pacientes hemofílicos españoles es francamente buena, sobre todo cuando se compara con otras zonas del planeta. «En España afortunadamente ningún paciente con hemofilia muere por causa de esta enfermedad», afirma Luis Vañó. Sin embargo, «sólo el 20 por ciento de los hemofílicos de todo el mundo pueden acceder a una terapia adecuada: eficaz y segura», destaca Moreno. En nuestro país la situación ha cambiado mucho en los últimos 30 años. «Mientras que en la década de los 70 la media de vida de estos pacientes era de unos 15 o 17 años, en la actualidad apenas se diferencia de la de la población sana», concluye Moreno.