LONDRES- El consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, pronosticó ayer en Londres que el beneficio del Grupo «tenderá hacia la normalización en los próximos tres años», para cuando la entidad prevé resultados «óptimos». La mejora elevará la rentabilidad sobre recursos propios entre 3 y 6 puntos porcentuales «a medio plazo», hasta alcanzar el 14%, un objetivo, dijo, que «está en nuestras manos».

El primer banco español obtuvo un beneficio en el primer semestre de 3.501 millones de euros, un 21% menos que el año anterior. Sin embargo, durante la apertura del Día del Inversor, Sáenz mandó un mensaje positivo y matizó que dentro de tres ejercicios el resultado del grupo será de nuevo el óptimo.

El logro será posible gracias a la diversificación geográfica del negocio, que descansa en un 48% en mercados emergentes. En las unidades de Latinoamérica y Polonia –que aportan casi la mitad del beneficio del grupo– el beneficio crecerá más del 10% «a corto y medio plazo», mientras que en Reino Unido, EE UU y la división de consumo (muy extendida en Europa), el resultado se elevará sin llegar a esa cifra.

La consejera delegada de Santander UK, Ana Patricia Botín, espera que la entidad lidere el sector bancario en Reino Unido en 2014. Subrayó además que la integración de las oficinas de RBS –que lleva 12 meses de retraso– empezará a materializarse a partir de 2013, cuando espera que aporten una «contribución adicional» a los ingresos y a la transformación del modelo de negocio. Santander UK cuenta con 25 millones de clientes domiciliados en más de 1.400 oficinas y espera captar tres millones más en tres años.

Con respecto a la situación española, el banco reducirá un 3% anual la concesión de créditos hasta el ejercicio 2013, si bien los depósitos avanzarán a un ritmo del 5% anual. Sáenz especificó que en nuestro país y en Portugal, el Santander espera una «generación de un exceso de capital libre de más de 2.000 millones de euros al año en 2013 y 2014». La entidad se empleará a fondo en recuperar «el beneficio perdido en los últimos años» en ambos países debido, entre otras cosas, a la crisis y a las elevadas dotaciones a provisiones.