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El Papa recuerda a Zapatero el valor sagrado de la vida
Benedicto XVI recibió a Zapatero en audiencia durante media hora en un encuentro «cordial», según el Vaticano.
Por primera vez en sus cinco años de Pontificado, Benedicto XVI recibió en la Santa Sede a José Luis Rodríguez Zapatero, quien acudió a Roma como presidente de turno de la UE. La audiencia, que fue cordial y distendida, duró alrededor de media hora y tuvo lugar en la biblioteca privada del Pontífice. La crisis económica y la necesidad de que la economía esté regida por la ética –una de las grandes preocupaciones del Santo Padre, como mostró en su última encíclica– fueron dos de los grandes temas del coloquio, junto a la situación política de Europa, Oriente Medio e Iberoamérica y la nueva ley sobre libertad religiosa en nuestro país.Como se esperaba, también hubo un hueco en la audiencia papal a Zapatero para departir sobre las próximas visitas de Benedicto XVI a nuestro país. La primera será a Santiago de Compostela y Barcelona y tendrá lugar en noviembre, mientras que la segunda será en agosto del año próximo con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebra en Madrid. Según informó el Vaticano en un comunicado, el Papa reconoció la «amplia disponibilidad del Gobierno español para colaborar en la preparación y desarrollo» de ambas visitas.El líder socialista valoró la audiencia con el Santo Padre en Palazzo Chigi, la sede del primer ministro italiano, donde se entrevistó con Silvio Berlusconi dos horas después de su encuentro con Benedicto XVI. «Cuando hemos hablado sobre el diálogo interreligioso he trasladado al Papa la labor de la Alianza de Civilizaciones y la conveniencia de que ese espíritu de libertad y convivencia entre religiones que ésta representa esté presente en la acción del Vaticano», afirmó Zapatero.Al analizar la situación económica de España y del mundo, el presidente del Gobierno contó al Santo Padre las «respuestas» del Ejecutivo para salir de la crisis. Ambos líderes estuvieron de acuerdo en que se deben «reafirmar los valores y principios de la economía para que esté al servicio de las personas», dejando a un lado «la especulación» y centrándose en «la producción».«Diálogo y debate»El único momento en que se pusieron de manifiesto en cierta forma las posiciones diferentes del Gobierno y de la Santa Sede fue cuando se trató sobre la idea de vida y educación. Aunque el «tono fue absolutamente correcto», según explicó el líder socialista, Benedicto XVI le recordó que la Iglesia considera la vida sagrada desde su concepción y, por tanto, no puede aceptar el aborto. También hubo «diálogo y debate» acerca de la nueva ley de libertad religiosa que el Ejecutivo tiene actualmente en estudio, además de un espacio para analizar la situación de la Iglesia española y las relaciones bilaterales.Una vez concluida la audiencia papal, Zapatero se reunió con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, y con el secretario para las Relaciones con los Estados, el arzobispo Dominique Mamberti. El encuentro, según explicó el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, fue excepcionalmente largo, ya que se prolongó durante 50 minutos. A diferencia de su conversación con el Papa, en la que Zapatero sólo estuvo acompañado por un intérprete, en la entrevista con Bertone y Mamberti estuvo toda la delegación española, en la que destacaba el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, el secretario general para la Presidencia, Bernardino León, y el embajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez.El cardenal Bertone y el presidente del Gobierno dedicaron gran parte de su encuentro a hablar sobre Iberoamérica y, en particular, sobre Cuba. Según contaron fuentes de la delegación de nuestro país, el secretario de Estado vaticano y Zapatero destacaron el «papel común» que los dos países juegan en esta región y se felicitaron por la nueva posición que el régimen del dictador Fidel Castro está teniendo hacia la Iglesia. Ambos, además, valoraron como «muy positiva» la labor que las diócesis cubanas están llevando a cabo para favorecer una mayor apertura en el país.La segunda reunión entre el Santo Padre y Zapatero después de la celebrada en Valencia en 2006 se inició con una exquisita puntualidad. El presidente llegó poco antes de las 11 de la mañana y, siguiendo el protocolo vaticano sobre recibimientos a jefes de Gobierno, Benedicto XVI esperó al líder socialista de pie, frente a la mesa de su biblioteca. Como muestra de la cordialidad que luego marcaría el encuentro, el Santo Padre le dedicó una sonrisa a Zapatero en cuanto lo vio.
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