Rajoy y Monti vuelven al frente común ante la presión de Berlín

MADRID- Con el ruido de las protestas en las calles de Roma aún resonando, el primer ministro italiano, Mario Monti, desembarcará mañana en Madrid acompañado de cuatro miembros de su Gabinete, los ministros de Asuntos Exteriores, Interior, Industria y Desarrollo Económico. En Moncloa se celebra la XVII cumbre bilateral, con un marcado carácter económico y bajo la sombra de la petición de ayuda al Banco Central Europeo (BCE) para que intervenga en el mercado secundario y enfríe la prima de riesgo. Roma se está manteniendo agazapada pese a la presión de sus importantes inminentes vencimientos de deuda, pero Monti sabe, como también consta en el Gobierno español, que la canciller alemana, Angela Merkel, es reacia a que el fondo rescate ahora nada y también es partidaria de que, en cualquier caso, Madrid y Roma vayan de la mano en este asunto. Que clarifiquen su posición y pidan la ayuda en un mismo paquete.

En público, los dos mandatarios preferirán hoy centrar sus energías en unir su voz en defensa de sus intereses económicos ante la Unión Europea (UE) y en exigir que se cumplan los acuerdos adoptados en el Consejo Europeo de principios de verano. A los que Merkel, por cierto, ha dado la vuelta en la última cumbre. En ella, España, Italia y Francia volvieron a conjurarse para demandar que se ejecutaran con la mayor rapidez posible las decisiones aprobadas en junio para dar un mensaje de confianza a los mercados, entre otras, las que afectan a la unión bancaria. De momento, Merkel ha ganado la partida, aunque en diciembre habrá otra de esas reuniones del Consejo Europeo decisorias y sobre la que se abrirán grandes expectativas. Eso hace que la diplomacia siga activada a todo motor frente al inmovilismo electoral germano y esta mañana Rajoy y Monti ratificarán su estrecha coordinación para hacer frente a la crisis de la zona euro.

Como ya ocurrió con la última visita de la canciller alemana a Madrid, en esta ocasión el Gobierno español también ha dado una relevancia máxima a los lazos empresariales con dos objetivos: limpiar la «marca» española y favorecer las inversiones y los intercambios comerciales. De hecho, en el cónclave en Moncloa participará dentro de la delegación española el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz. Tras la reunión bilateral, Rajoy y Monti irán a la Casa de América para presidir el Foro de Diálogo España-Italia, inaugurado en 1999 y que reúne a empresarios de los dos países. Fuentes de Moncloa confirmaron ayer que esta cumbre hispano-italiana debe servir para potenciar las relaciones entre los dos países y también para ratificar el frente común en la UE de dos economías con problemas bastante similares.

Aunque la economía centrará la atención de esta bilateral, en ella entrarán cuestiones como la colaboración en la lucha contra la inmigración integral, la situación en los países árabes o la posible intervención de una misión de la ONU en la zona del Sahel.