Muchos actores coinciden en que hacer reír al espectador resulta más complicado que hacerle llorar. Y es que la comedia es un género muy delicado, que ha de tratarse con un respeto especial y una originalidad creativa muy cuidada, ya que si no es así se puede lograr el efecto contrario al deseado: que al público se le salten las lágrimas y no precisamente a causa de las carcajadas. Entonces: ¿cuáles son las claves para conseguir un guión de humor que atraiga al gran público? ¿Qué pautas deben seguirse para elaborar un producto televisivo que consiga sacar una sonrisa al público?

Las cadenas de televisión siempre han creído en este género aunque no todas ellas han conseguido fidelizar a la audiencia. Así, por ejemplo, la gran apuesta veraniega de TVE, la comedia guerracivilista «Plaza de España», a pesar de obtener unas buenas cifras de seguimiento en los primeros capítulos, fue desinflándose en las últimas emisiones. Sin embargo, otras producciones como «La que se avecina», de T-5, han conseguido mantener su éxito año tras año.

«Los grandes diálogos nacen de las buenas situaciones, es decir, si se consigue que los personajes se enmarquen en una trama cómica excepcional, sus parlamentos cobran un sentido especial. Por eso es tan importante dedicar tiempo a todo aquello que envuelve al texto», explica Marina Pérez, guionista de «Los Quien». El «tempo» del chiste es otra de las claves en la que coinciden todos los profesionales que llevan años escribiendo guiones de humor: «hay que saber dónde se va a situar la gran carcajada y adornarla con otra serie de diálogos menos graciosos que vayan subiendo el nivel hasta el estallido final», añade Pérez.

Romper tabúes
Sobre la temática que más hace reír al espectador también hay unanimidad: «Todo vale, cualquier cosa y persona pueden ser objeto de chiste y por este motivo hay que romper los tabúes y hablar con libertad», explica el humorista David Broncazo. «Si no haces gracias sobre todo el mundo estás discriminando a algunos», explica Javier Coronas que, junto a Broncazo y Pepe Colubi, conduce «Ilustres ignorantes» en Canal Plus.

El factor de identidad es otro de los pilares básicos de una buena comedia: «Además del ritmo y nuevas narraciones, que el teles-pectador se vea reflejado en alguno de los protagonistas es fundamental, aunque su personalidad pueda parecernos de lo más exagerado. Quién no se ha sentido cercano a la pareja ñoña que forman Marshal y Lili de "Cómo conocí a vuestra madre"o al friki Seldom de "Big bang theory"», explica Marina Pérez.

Resulta inimaginable hablar de humor y no mencionar a los «muchachos» de «Museo Coconut». «No hay secretos ni fórmulas imbatibles para saber si un producto tendrá éxito o si el público se enganchará a tus gracias, lo que sí es bueno es innovar, probar cosas que hasta el momento no se han hecho y ver si a la audiencia le gustan», explica Joaquín Reyes. Además, las redes sociales también están muy presentes en la mente de aquellos que se dedican a escribir textos cómicos: «Twitter es un auténtico laboratorio donde se pueden pulsar las reacciones del espectador, por eso no podemos obviar su existencia y acudimos a ellas para ver lo que le gusta a la gente y con qué se lo pasa bien», concluye Coronas.

Disparatada visión del arte
«Museo Coconut» regresa hoy a Neox en una segunda etapa que Joaquín Reyes define como «un despiporre». Alaska y Santiago Segura serán algunos de los «cameos» de una temporada que empieza con la incógnita de saber dónde esta Jaime Walter, el director del museo. Reyes reconoce que el nivel de exigencia ha ido aumentando aunque asegura que «no leo las críticas, sólo leo la opinión de la gente que me merece cierto crédito».