Comunidad de Madrid
Era Soler en Getafe: día 1
El nuevo alcalde reducirá el número de concejalías que tenía Castro. Prepara un proyecto donde se priorice la austeridad
Madrid- Atípico. Es el adjetivo que mejor se ajusta a la primera jornada de Juan Soler como flamante alcalde de Getafe. El «popular» tomó ayer por primera vez posesión de un despacho hecho a la imagen y semejanza de su antecesor, el socialista Pedro Castro. Pero, al contrario que sus homólogos en toda la Comunidad de Madrid, Soler no pudo ponerse manos a la obra en el primer día laborable en la región tras su proclamación. Getafe está sumido estos días en sus fiestas patronales y, con el Ayuntamiento cerrado a cal y canto, las funciones del nuevo regidor están ahora más que nunca en las calles. Soler inició su nueva jornada de trabajo asistiendo a una solemne misa en la catedral de La Magdalena, a pocos metros de su nueva «oficina». Después, siempre bien escoltado por su equipo –un grupo de unas diez personas, todos muy jóvenes–, Soler se dejó llevar por calles getafenses que ya empiezan a reconocer en él la cara que hasta ahora habían visto en los carteles electorales del PP. «La gente está entusiasmada con el cambio», relata Juan, a quien cada tres pasos le para un vecino para darle la enhorabuena por la victoria.
En Getafe, feudo socialista hasta ahora, aún quedan infinidad de simpatizantes de la izquierda. «Voy a tratar a la oposición bastante mejor de lo que el anterior Gobierno la trató estos años», dijo verbalizando una de sus más firmes intenciones, junto a consolidar el apoyo que le brindó UPyD el sábado, mientras se dirige a un encuentro con las bandas municipales. Una vez allí, frente a los músicos, Soler se subió a la tarima del director de la banda para proclamar un «me gusta mucho estar aquí con vosotros». Una canción y de nuevo a la calle para continuar con la jornada maratoniana. Antes de entar al nuevo despacho, parada técnica para un café, descansar unos minutos y aprovechar para continuar saludando y presentándose a los getafenses, mientras, a la misma hora, Pedro Castro entraba al Ayuntamiento con dos acompañantes sin llegar a cruzar palabra con Soler.
Su equipo, «en la cabeza»
El nuevo regidor de Getafe ya tiene «en la cabeza» a los que serán los componentes de su Gobierno. Un Ejecutivo en el que «casi» reinará la paridad con cinco concejalas frente a siete ediles y, que aseguró, será más austero que el de Castro. El también diputado regional tiene muy clara cual va a ser la línea que exigirá a los miembros de su gabinete: «Un concejal no es un privilegiado, sino alguien al servicio de los ciudadanos». El «popular», que ha emprendido una cruzada con el coche de alta gama de su antecesor, que no ha pisado siquiera, no puede evitar todavía preguntar a su equipo «¿cómo vamos a ir?» sin tener en cuenta que, como alcalde, ya dispone de coche oficial.
Pasada la una de la tarde, y antes de seguir con los festejos patronales, Soler pasó un minuto por su despacho de la Alcaldía. ¿Hará cambios? «Quiero quitar una de las cuatro mesas, cambiar mi sillón, que es muy duro, y también la distribución de los muebles que ahora hacen un despacho muy oscuro». El Rey Juan Carlos, en un cuadro de más de un metro de longitud, continuará presidiendo la mesa de juntas de este alcalde que se confiesa «muy monárquico». Ahora Soler ya piensa en decorar su despacho con al menos dos imágenes más: una de su familia y otra de Esperanza Aguirre.