«EL PACTO»: Nicolas Cage un crimen

Alguien me dijo en 2011 que éste sería, por fin, el año de Cage, ese actor de físico muy, muy extraño y permutable que dio el golpe de pecho un par de ocasiones y, luego, nada que rascar. Cierto, el sobrino de Coppola no para de aparecer en títulos, pero a cada cual más petardo: «Ghost Rider, 2», «Furia ciega», «Bajo amenaza», «En tiempo de brujas», y, ahora, «El pacto», la mejor del grupo, o sea, que la otrora luminaria de Hollywood continúa con las bombillas a medio gas. La trama de la cinta resulta, sin embargo, curiosa e incluso peligrosilla: tras la violación de su mujer, Will Gerard, otrora pacífico profesor universitario, decide aceptar la proposición de un tipo misterioso (Guy Pearce, otro que tal anda) sobre asesinar al culpable por cuenta propia. La Justicia, insiste, no siempre acierta, de ahí el nacimiento de una organización secreta que decide repartirla personalmente. Vuelve Harry, regresan los vengadores urbanos de los 70, en un filme que promete y no remata por culpa, sobre todo, de un guión que fuerza demasiado ciertas situaciones y una dirección rutinaria. Pues aviso: de nuevo, Cage no para de trabajar...