Cataluña

Los sindicatos no logran movilizar ni al 23 por cien de sus afiliados

Fracaso del pulso al Gobierno: sólo 275.990 personas marcharon contra la reforma laboral, pese a que UGT y CC OO tienen 1,2 millones de socios. - Los «indignados» contra el PSOE: Soraya Rodríguez, la representante de Rubalcaba, fue abucheada por el movimiento 15-M- 45.450 pensiones se pagarían con los 500 millones que nos cuestan los liberados- El mensaje sindical: «¡Ahora, a tomar cervezas!»: Así acabó el manifiesto que se leyó en Sol antes de entonar la Internacional- Toxo espera una reacción rápida del Gobierno

Los sindicatos no logran movilizar ni al 23 por cien de sus afiliados
Los sindicatos no logran movilizar ni al 23 por cien de sus afiliadoslarazon

Los sindicatos no consiguieron movilizar ayer ni a sus propios miembros en la protesta contra la reforma laboral. Según los últimos datos disponibles, las dos principales centrales (UGT y CC OO) tienen 1,2 millones de afiliados, mientras que las cifras de asistencia calculadas por la Policía en las principales ciudades españolas alzanzaron los 275.990 manifestantes –por los 1,3 millones de los convocantes–.

Es decir, que si todos los manifestantes fueran afiliados, ni siquiera habrían representado la cuarta parte de los sindicalistas «de carné» –sólo el 23,3%–. Obviamente, las cifras totales de seguimiento de la protesta incluyen tanto a afiliados como a personas ajenas a las centrales. Los «indignados» del 15-M, que dicen no sentir simpatía ni por los políticos ni por los sindicatos, también acudieron a la protesta al grito de «¡No nos representan! ¡Esquiroles!». También se pudo ver a ruidosos miembros de la formación anarco-sindicalista CNT, especialmente en los momentos previos a la lectura del manifiesto.
Ahora sí salen a la calle

El PSOE aprovechó la protesta para escenificar su oposición total al Gobierno de Mariano Rajoy y se alineó con la protesta sindical a pesar de haber dejado el país con 5,3 millones de parados. Los socialistas no mandaron a toda su ejecutiva –faltó el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba–, pero sí estuvieron presentes el ex ministro de Empleo, Valeriano Gómez, la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, Soraya Martínez, y Diego López Garrido, ex secretario de Estado para la Unión Europea y ex portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso.

Madrid fue la ciudad que congregó a un mayor número de personas, un optimista medio millón según los convocantes y apenas 50.000 según la Policía. Al grito de «¡Huelga general, huelga general!», la comitiva, encabezada por los secretarios generales de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, y los delegados en Madrid de ambas centrales, Javier López y José Ricardo Martínez, respectivamente, partió desde la plaza de Cibeles hacia la Puerta del Sol.

Poco después de las 13:00 del mediodía, el principal reducto de las protestas de la izquierda madrileña se llenó de gente. «¡Esta reforma la vamos a tumbar!», «¡la lucha es el único camino!» u «¡obrero despedido, patrón colgado!» fueron algunas de las consignas que se escucharon en las primeras filas, copadas de sindicalistas, algunos de muy avanzada edad.

En Barcelona, la protesta sirvió a sindicatos y partidos políticos para convertir la manifestación en un plebiscito contra CiU y sus relaciones con el PP. No es de extrañar, pues, que la oposición acudiera al completo, incluso la ex ministra Carme Chacón. Aun así, el descrédito de los partidos que conformaron el tripartito –PSC, ERC e ICV– sigue latente y la manifestación apenas aglutinó a 30.000 personas, según fuentes del departamento de Interior. Bajo el lema «Ni reforma laboral ni recortes», la marcha comenzó poco antes de mediodía y discurrió por el Paseo de Gracia hasta plaza Cataluña.

La manifestación transcurrió sin incidentes salvo un episodio aislado ante la Bolsa, cuando algunos asistentes arrojaron cubos de basura y algún petardo en la entrada. A lo largo de la marcha, los manifestantes corearon consignas como «no es una reforma, es una bomba».


Unos sueldos poco obreros detrás de la pancarta
José Ricardo Martínez
El secretario general de UGT en Madrid lleva 20 años como liberado sindical de Renfe (2.300 euros al mes) y forma parte del consejo de Bankia, del que percibe una retribución de 181.000 euros.
Cándido Méndez
El secretario general de UGT, cargo que ostenta desde 1994 y que ha renovado hasta en cuatro ocasiones desde entonces, reconoció hace tres años una retribución mensual cercana a los 2.600 euros.
Ignacio Fdez. Toxo
Actual secretario general del sindicato CC OO desde 2008, puesto en el que sucedió a José María Fidalgo. Fernández Toxo nunca ha hecho público su sueldo, que se estima en más de 110.000 euros.
Javier López
Es el principal representante de la Unión Sindical de Comisiones Obreras (CC OO) en la capital de España. Ayer eludió confirmar si los sindicatos convocarán una huelga general.