Ginebra
Los médicos objetivos militares en Bahréin
Al menos 32 profesionales de la salud han sido detenidos desde que comenzaron las revueltas en el país
MADRID- «Tres semanas de infierno. Los militares han tomado el control del Hospital de Salmaniya. Médicos, enfermeras, paramédicos y pacientes son diariamente amenazados, interrogados y detenidos como sospechosos por los militares y la Policía (...) No tengo un buen presentimiento sobre como están llendo las cosas en Bahréin: muchos de mis colegas han sido arrestados y han desaparecido». Con estas palabras, un cirujano bahreiní le describió a un colega británico la realidad que estaba viviendo en el principal hospital público del país. Pertenecen al último e-mail que pudo enviarle el pasado 8 de abril, justo antes de ser arrestado por las fuerzas de seguridad del gobierno y convertirse así en uno de los muchos médicos que han desaparecido desde que comenzaron las revueltas populares contra el rey Hamad el pasado 14 de febrero.
Al menos 32 profesionales de la salud han sido arrestados en los últimos dos meses, según informó ayer el diario inglés «The Independent», que también publicó varios extractos de los e-mails que el cirujano escribió a su colega desde Salmaniya.
En esta serie de correos electrónicos, que el doctor escribió con la esperanza de captar la atención de sus colegas en Occidente, el cirujano describe escenas atroces ocurridas a lo largo de estos meses en el Hospital de Salmaniya, el único centro de salud público de referencia en Bahréin. Habla de amenazas violentas al personal, agresiones e interrogatorios diarios a los médicos y detenciones contra todo aquel que tratara las heridas de los manifestantes. Todo el personal sanitario es contemplado como objetivo militar e incluso sus familias corren peligro de ser blanco de represalias, denuncia el periódico británico, ya que en muchos casos, los profesionales han sido atacados y arrestados en sus hogares. Según un informe publicado recientemente por Médicos Sin Fronteras (MSF), en Bahréin se está haciendo uso de las instalaciones médicas para reprimir a los manifestantes. «El régimen de Bahréin está utilizando la negación de atención médica como un instrumento para disuadir a la gente de participar en las manifestaciones. Las estructuras de salud se están utilizando como cebo para identificar y detener a los que se atreven a acudir para ser atendidos», explica en dicho informe Latifa Ayada, coordinadora médica de MSF, que reclama el respeto a las normas del derecho internacional relativas a la protección y respeto de los centros sanitarios y del personal médico, como las contempladas en la Convención de Ginebra.
La situación llevó al ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, a instar ayer al gobierno a investigar «de forma transparente» las denuncias «perturbadoras» de abusos de los derechos humanos cometidos por las fuerzas de seguridad.
«Me interrogan todos los días sobre nuestro papel a la hora de tratar a los manifestantes heridos, que ahora son considerados criminales por protestar contra el Gobierno», explica en uno de los emails el médico.
Las protestas en esta país, originadas en la misma ola de manifestaciones en el mundo árabe que lograron el derrocamiento de los líderes de Túnez y Egipto, son protagonizadas por una mayoría de chiítas que reclaman el establecimiento de una monarquía constitucional.
En marzo, los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad dejaban más de 1.000 heridos, mientras en Salaminya la situación se iba deteriorando cada vez más: «Ahora estoy en el hospital exhausto y abrumado por el altísimo número de jóvenes letalmente heridos por este genocidio (...) Muchos de nuestros médicos y enfermeras están siendo agredidos físicamente tan solo por atender a uno de estos heridos y las ambulancias son destrozadas», describía el cirujano semanas antes de desaparecer.
Con la ayuda de Arabia Saudí
Las protestas que arrancaron el 14 de febero en Bahréin tienen como protagonistas a una mayoría de chiítas que reclaman el establecimiento de una monarquía constitucional para la nación –que por otra parte es una conocida aliada de Estados Unidos y sede de su Quinta Flota–. Después de un mes de revueltas, ingresaron al país tropas de Arabia Saudita y de los Emiratos Árabes Unidos con la bandera del Consejo de Cooperación del Golfo –constituido por Bahréin, Arabia Saudita, Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos, Omán y Qatar—para «proteger la seguridad de los ciudadanos», anunció el gobierno que al día siguiente impuso el estado de emergencia por tres meses.
Crónicas desde el hospital
Extractos de los emails que un médico de Bahréin le envió a un colega británico desde que comenzaron las revueltas en el país:
17 DE FEBRERO
«Hoy ha sido un día largo con una gran masa de pacientes heridos equivalente a la de una masacre.
Las cosas aún son muy imprevisibles y realmente espero que no haya más muerte»
1 DE MARZO
«He estado muy ocupado con tantos pacientes heridos, muchos de ellos están en situaciones muy graves»
15 DE MARZO
«Ahora mismo estoy en el hospital exhausto y abrumado por el altísimo número de jóvenes letalmente heridos por este genocidio. Muchos de nuestros médicos y enfermeras están siendo agredidos por las fuerzas militares del gobierno tan sólo por atender a uno de estos heridos y destrozan nuestras ambulancias.
Debo irme ahora, la ley marcial se ha impuesto hace unas horas.
Necesito ver a mis hijos.
Estoy muy agradecido por lo que me has enseñado, ha hecho posible que en los últimos días haya podido ayudar y salvar a muchos»
3 DE ABRIL
«Tres semanas de infierno. Los militares han tomado el control del Hospital de Salmaniya.
Médicos, enfermeras, paramédicos y pacientes son diariamente amenazados, interrogados y detenidos como sospechosos por los militares y la Policía.
Me interrogan todos los días sobre nuestro papel a la hora de tratar a los
manifestantes heridos, que ahora son considerados criminales por protestar contra el Gobierno.
Les decimos que estamos aquí para atender pacientes y que no tenemos nada que ver con política.No tengo un buen presentimiento a cerca de como están yendo las cosas aquí en Bahréin: muchos de mis colegas han sido arrestados y han desaparecido.No sólo doctores, enfermeras y paramédicos, también jugadores de fútbol, académicos universitarios, los decanos de la universidad... todos son sospechosos o al menos se sienten intimidados y tienen miedo.
Me acabo de despertar y he sentido la necesidad de enviarte este email, que espero que no te moleste, sabiendo lo mucho que te preocupas por todos nosotros»