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Valencia

Trivial empate a uno en fallas

No era tarde de toreo. Primero la lluvia, caída durante toda la noche, tal vez también en la mañana, y después el viento, que convirtió el festejo en una lucha permanente. Cuando saltó al ruedo el sexto, jabonero, pintoresco, el frío estaba hallado ya en los huesos. Frío, viento...

  larazon

Casi tres orejas, quedaba la última por cortarse... Se celebraba ayer, en la tercera de la Feria de Fallas, la novillada, la esperanza, el futuro. Quizá el festejo de menor tirón en taquillas pero de mayor interés para el aficionado. ¿Qué nos espera a la vuelta de la esquina? Ahí se fraguaron todos. Y muchos, en sus comienzos, despertaron ese runrún tan mágico que tiene la Fiesta. El chavalillo que ilusiona al pueblo, a los vecinos, al barrio... La misma historia que se repite. El cartel daba cita a Thomas Dufau, francés, a Juan del Álamo, casi un veterano ya del escalafón y un torero local, Jesús Duque, de Requena.

La novillada de Javier Molina se dejó pero sin clase. La movilidad en muchos casos resultó engañosa, y les costó mucho emplearse por abajo. Algunos tuvieron su punto de picante. Ahí estaba el reto. Un reto desdibujado. Difuminado por momentos, no siempre a la altura de las circunstancias. Jesús Duque se fue a portagayola en el sexto, ya lo había hecho Del Álamo en el anterior, era el único que se iba sin tocar pelo. A ese gesto le siguió dos largas en el tercio, la segunda con cuerpo a tierra incluido; la falta de oficio fue más clara con la capa. Quiso remontar el vuelo con la muleta y montó una faena larga, pero esmerada, con la virtud de querer encajarse en los muletazos a un animal que iba y venía sin humillar. Le metió la espada y empató con los compañeros. En la misma línea se le fue el trasteo al tercero, manejable pero sin emplearse.

A la boca del miedo se había ido Juan del Álamo con el quinto. Y le haría pasar después en el último tercio al meterse por dentro y no ir nunca entregado en la muleta. Lo intentó el salmantino, que se llevó en segundo lugar un astado de más posibilidades. Con su punto, veloz el toro, ¿o el torero? pero puesta la muleta el animal respondía. Firmó una tanda buena, y el resto descompuso, sin llegar a compactar en ningún otro momento.

Thomas Dufau puso el temple ante un primer novillo que no tuvo calidad ninguna, ni fuerza. Poco le duró la energía y antes de darnos cuenta, tiró el francés por la machacona versión circular del toreo. Ídem en el cuarto, sólo que este «Molina» sí tenía más ímpetu. Y hasta su punto de picante. Circulares al cuadrado, qué digo, al cubo. Y voluntad. Y frío, que frío, en el cuerpo y en los pensamientos. Ventoso porvenir y tiempo para rescatar de la memoria el escaso contenido de los trofeos.


Fracaso de la ILP en Andalucía
La Iniciativa Legislativa Popular (ILP) en contra de los toros en Andalucía no llegará a la Cámara autonómica. La Comisión Investigadora del Maltrato Animal (CIMA), promotora de la ILP con la que pretendía abolir todos los espectáculos taurinos en esta comunidad, no ha sido capaz de reunir las firmas necesarias para que la propuesta sea debatida por las Cortes andaluzas. Los miembros de este colectivo registraron la iniciativa en septiembre abriendo un plazo para reunir las 75.000 firmas de apoyo que expira precisamente hoy. De este modo, puede considerarse esta maniobra por parte de los antituarinos vuelve a darse de bruces con el apoyo de la Fiesta como ya sucedió en el País Vasco o Madrid. En estos meses, apenas han logrado la mitad de los sufragios.