Recetas
La «vera» Italia en el viejo Madrid
Restaurantes italianos, en Madrid, hay muchos. Algunos piensan, incluso, que demasiados. Pero son muy pocos los que parecen haber superado el tópico «pasta, pizza y mandolino» para atreverse a enseñar sin artificios –y sin la imagen de Totó dando fe de la autenticidad del lugar desde la pared– la variedad de la gastronomía transalpina. Algo que en otras ciudades europeas ya aprendieron gracias a trattorias y locandas pertenecientes desde hace décadas al estrellado universo Michelin.
Si de algo sabe el equipo del restaurante Malatesta es de sinceridad. Es su apuesta más clara: poner a la mesa lo mejor de la comida regional con la autenticidad de la pasta hecha en casa. Una cualidad rara de encontrar en un restaurante con precios de trattoria (el equivalente italiano al mesón español), que no ha dudado en sacar de la cocina la omnipresente nata.
Pasta fresca, reducciones para los condimentos, gnocchi de auténticas patatas, pizza dorada en horno de leña y una orquesta de ingredientes exclusivamente de temporada. Las sugerencias del chef para hacer frente a los primeros fríos son los «tagliolini neri» con buey de mar, ravioli rellenos de calabaza y queso artesanal de la región de Federico Fellini o el risotto con boletus y tagliolini con trufa blanca, también «made in Italy».
Malatesta es, por méritos propios, un lujo para los curiosos, para los amantes de los clásicos como los spaguetti carbonara (porque los clásicos bien hechos son irrenunciables…) y una gota de esencia italiana en el viejo barrio de los austrias. Si le acomodan en la planta principal, aproveche los cinco minutos que tarda su pasta en cocerse para darse una vuelta por las cuevas del siglo XIX del piso inferior. Un motivo más para olvidarse de la crisis por unas horas y dar un homenaje al paladar.