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Historia

Grupos

Los caballeros del club James Joyce

La Orden de Finnegans se prepara para su día grande el próximo 16. Será otra vez Dublín, como vienen haciendo desde 2008, cuando los peculiares caballeros velen armas en memoria del autor del «Ulises».

La Orden de Finnegans se prepara para su día grande el próximo 16. Será otra vez Dublín, como vienen haciendo desde 2008, cuando los peculiares caballeros velen armas en memoria del autor del «Ulises». larazon

Parecen un grupo privado, una suerte de club Bilderberg, pero sin aspiraciones de controlar el mundo. La Orden del Finnegans vuelve a reunirse el próximo día 16, como todos los años, en Dublín, coincidiendo con el Bloomsday, momento en el que la capital irlandesa recuerda a Leopold Bloom, el héroe del «Ulises» de Joyce. Pero este año será algo más especial porque llegan a Dublín con un libro bajo el brazo, publicado por Ediciones Alfabia, y firmado por los componentes del grupo. «La Orden del Finnegans» cuenta con textos de Enrique Vila-Matas, Eduardo Lago, Jordi Soler, Antonio Soler, Macolm Otero Barral y José Antonio Garriga Vela. Falta Andreu Jaume que se incorpora este año al selecto grupo de caballeros.

El gran acto tendrá lugar en el Instituto Cervantes de Dublín donde todos ellos, presentados por John Banville, hablarán de su obra el próximo día 15, un acto que también cuenta con el apoyo algo más que simbólico del centro Joyce de esa ciudad. La puesta en escena acabará gritando el lema de este club, según frase del «Ulises» en versión de José María Valverde: «Gracias. ¡Qué grandes estamos esta mañana!»Los relatos del volumen podrían entenderse como una declaración de principios de sus autores sobre Joyce y el Bloomsday. Por ejemplo, Vila-Matas –quien este año ya rindió homenaje a la ciudad de los Finnegans en su celebrada novela «Dublinesca»– habla de dos tipos de literatura: la del doctor Finnegans y la de monsieur Hire, es decir, la de Joyce y la de Simenon, pero con la canción «Bela Lugosi's Dead» como fondo. El libro, con una portada en la que aparece Marilyn Monroe extasiada con la lectura de las últimas páginas del «Ulises», también nos habla de la amistad, de la cerveza y las pálidas y pecosas mujeres irlandesas, algo distintas de la despampanante Molly Malone de la popular canción. Obligaciones en una torreLos miembros de esta orden tienen la obligación de venerar la obra e, indefectiblemente, asistir a Dublín cada 16 de junio en una jornada de Bloomsday que finaliza en la Torre Martello –ahí arranca la novela con el célebre «"Introibo ad altare Dei»– en Sandycove, donde leen unos fragmentos. La Torre Martello tiene un pequeño museo joyceano. En septiembre de 1904, el mismo Joyce alquiló la torre, aunque solamente para vivir allí una semana acompañado de dos camaradas: John Gogarty, al que el escritor transforma en Buck Mulligan en «Ulises», y Trench, convertido en Haines gracias a la prosa de Joyce.Es en este marco donde se nombra al nuevo caballero. El juramento es curioso. En el del pasado año, el del ingreso de Garriga Vela en la Orden, se dijo: «Yo, José Antonio Vela en –supuestas– y plenas facultades, juro por el Ulises de James Joyce venerar esta obra el resto de mi vida y asistir cada 16 de junio a esta torre a rendir pleitesía a su autor. Juro». Tras la ceremonia todos caminan hasta el pub Finnegans en la vecina población de Dalkey donde dan fin a su acto anual. Cada caballero puede ausentarse una sola vez cada diez años. En el caso de faltar más de una vez, queda automáticamente expulsado de la Orden. Por esa razón, este año Jordi Soler no puede perderse la cita tras no acudir a la última, a pesar de ser defendido por Eduardo Lago. Todos los caballeros se comprometen a hacer constar en sus biografías la pertenencia a la citada Orden. De esta manera, por ejemplo, Vila-Matas no oculta este hecho en la ficha que aparece en «Dublinesca», llegando incluso a firmar algún ejemplar ratificando su pertenencia al grupo.Los Finnegans toman su nombre del último libro que Joyce publicó en vida, «Finnegans wake», curiosamente una de las obras favoritas de John Lennon, quien se inspiró en él para componer «I Am the Walrus», uno de los más celebrados temas de los Beatles. Antonio Soler es quien explica en el libro como es el 16 de junio, en el que tampoco puede fallar una visita al pub del cementerio de Dublín llamado Gravediggers Pub, (es decir el pub de los enterradores), un lugar en el que sirven las mejores pintas y más baratas de la ciudad.Motivos de destierroPero lo mismo que existe una devoción por la fraternidad, en privado los miembros de la Orden conspiran entre ellos. Vila-Matas aseguraba este año a este diario que con lo que más podría disfrutar uno de los caballeros de este selecto club de Finnegans sería con la expulsión de un compañero. «Todos somos buenos tipos, pero estamos locos por expulsar a alguien», aseguraba con bastante ironía el escritor.