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Llega el nuevo viejo FIB

El Festival de Benicàssim presenta una de las ediciones más eclécticas contra la crisis: de Bob Dylan a David Guetta

Llega el nuevo viejo FIB
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Ayer se abrieron las puertas del camping de Benicàssim para acoger a los primeros «fibers» del año, mayoritariamente extranjeros, que acuden a una de las ediciones más eclécticas del veterano festival en sus más de dos décadas como referencia veraniega en Europa. La organización espera en torno a 160.000 asistentes en una edición delicada, después de la de 2011, que batió todos los récords históricos con un llenazo de 200.000 almas. Aquel nutrido cartel, orientado a un patrón de público muy definido, no se repite este año, pero las estrategias son otras. Suena el motor, el jueves arranca la máquina.

Nombres más comerciales
La salud de los festivales en España parece garantizada a pesar de la crisis. El SOS de Murcia y el Primavera Sound han encontrado la manera de aguantar el tipo y el FIB también busca la suya este año. La primera noticia es el eclecticismo en la elección de artistas, que para muchos está certificando un golpe de timón definitivo en la filosofía del festival, oasis independiente hace dos décadas y que ahora alberga público de masas (y bastante acento británico) tras la salida de los Morán y la llegada del nuevo equipo internacional de dirección con Vince Power a la cabeza. La apertura estilística es una tendencia en los festivales de todo el mundo y una consecuencia lógica de que los asistentes están dispuestos a dejarse sorprender por música étnica y a continuación por pop electrónico, y de estar a gusto con los veteranos The Buzzcocks y a continuación con los jovencísimos Howler. Pero lo que a muchos ha irritado es el perfil claramente más comercial de artistas como David Guetta, Ed Sherran o Jessie J, que difícilmente habrían sido incluidos en una cita que trajo a España a The Jesus & Mary Chane. Aunque lo de la calidad es opinable, este año la fórmula pasa por conseguir artistas con tirón que logren levantar la venta de entradas de día, que son más asequibles que los abonos. Es el caso de Guetta o el de Bob Dylan. La inclusión de Dylan no debe resultar tan sorprendente, porque ya han pasado antes por los escenarios del FIB Leonard Cohen, Lou Reed o Brian Wilson, por ejemplo, aunque en el caso del de Minessotta, éste no desprecia las actuaciones en cualquier recinto incluidos casinos indios en Nevada o fiestas locales de todo pelaje dispuestas a pagar el caché. Esta costumbre es la culpable de un más que severo castigo a su voz que él asume casi como un designio divino: cantar hasta que no se pueda más. Por España no se le ha podido ver desde 2010, pero acaba de cautivar a los asistentes del Festival de Montreaux con un repertorio más lento de lo que en él es habitual. Antes del FIB (viernes, 13), Dylan actúa en Bilbao (mañana) y después, en Cap Roig (14 de julio). Será emocionante verle rodeado de veinteañeros. Lo interesante de esta edición probablemente esté en los nombres de la «clase media» de la programación. El concierto sorpresa puede saltar de entre nombres como The Horrors, Django Django, Howler, Spector, Zola Jesus, Totalkly Enormous Extinct Dinosaurs, Yuksek, The Antlers, Bombay Bicicle Club... hay una larga lista de actuaciones que costarán amargas decisiones, pues ya se sabe, en un festival no se puede ver todo.

Por lo que respecta a las cifras, la organización calcula que el impacto económico en la región es de 21 millones de euros, el resultado de los 18 millones de gasto que harán los asistentes, más los 3 millones que invierte la organización a proveedores locales. Los beneficios indirectos (como en imagen pública y medios de comunicación) podrían ascender a otros 13 millones. La organización, eso sí, no ha desvelado las ayudas o patrocinios públicos de las instituciones valencianas. Los hoteles están llenos y las cafeterías preparadas. Los británicos se volverán a quemar la piel.


Desde Sevilla al mejor punk
- David Guetta no necesita presentación. Alguno empezará su sesión enfadado por no parecerle «de pata negra», pero al final se le moverán los pies
- Dizzie Rascal pone el toque hip hop junto a De La Soul en un experimento que ya funcionó en 2010. Promete actitud urbana, aunque haya tonteado con el mainstream
- New Order ponen un punto nostálgico pero justificado por los innumerables temas que están en nuestras cabezas. Esencia Madchester. ¿Será una pequeña broma que actúen el mismo día que David Guetta?
- Django Django, los nuevos niños bonitos del pop, pasan reválida con temas como «Wor» y una estilo de componer casi geométrico. Apuntan a sorpresa de esta edición.
- Pony Bravo, o el orgullo español. Los de Sevilla son uno de los nombres nacionales junto a La Casa Azul, Joe Crepúsculo y un dj «vieja escuela»: Óscar Mulero.
- Una de las más esperadas es Florence & The Machine. Vaya voz. Épica, musicalidad barroca y su carisma. Hasta ahora, sus dos discos han conquistado al público.
- Ed Sheeran es un superventas sobrado de talento con 21 años. Se presentará solo con su guitarra en el escenario principal. Puede pasar de todo.
- Estos señores son unos de los grandes del punk. The Buzzcocks traen su repertorio infalible en un guiño académico del festival. Para que algunos aprendan.