Londres
Los diseños de Balenciaga se expondrán en el Prado por Jesús MARIÑAS
Balenciaga fue el Picasso de la Alta Costura. De ahí el proyecto, casi una realidad, de montar al creador una gran antológica en el Museo del Prado al aire de lo que el Met neoyorquino acogió de Saint Laurent. Se trata de una retrospectiva que bien podría servir de empuje al inacabado museo de Guetaria, que perpetuará el arte de don Cristóbal Balenciaga. Sonsoles Díez de Rivera es su adalid y forma un tándem con Givenchy. Están desesperados, aunque Cultura acaba de aportar tres millones de pesetas. Lo del Prado está encauzado, sólo falta confirmar la fecha. Su impulsora venía de Bilbao, en cuyo Museo de Bellas Artes ha inaugurado una retrospectiva. Sonsoles prestó 19 trajes de la inolvidable marquesa de Lianzol. Lo contaba muy «vintage» durante el lanzamiento de una agencia turística para tiempos de crisis. «L4-Bru es un pasaporte a la fantasía», subrayaba ante Begoña y Amalia Zunzunegui cerca de Samaranch Jr, que apadrinaba el producto. Durante la presentación, Carlos Martorell y Miguel Primo de Rivera improvisaron un sorteo para ira a Marrakech o a Perú. Un bautismo postinero con invitados de toda la vida que apenas se dejan ver: desde la marquesa de San Eduardo a Alejandro Bataller, dueño del nuevo Sha, un «spa» que Beatriz de Orleans puso de «supremo», señalaban ante una Marina Castaño nostálgica, porque ese día Cela hubiese cumplido 94 años. Me contó que ya no sale con el navarro fabricante de embutidos, la cosa no cuajó, aunque andaba muy ilusionada. Llamó la atención la presencia de Carmen, antigua novia de Urdangarín, en el reciente trofeo Conde de Godó, donde la pirenaica impactó por su belleza. Hablaban del fiestón marinero de Slim en el puerto barcelonés y, también, del suicidio de Tato Escayola o de la muerte, hace días, de Paco Delgado: «Tato lo intentó echándose bajo un camión. Al no conseguirlo, se tiró por la ventana del patio y cayó sobre el Hotel Ons, donde su propietaria ya había pasado por un trance parecido con su marido», subrayaban ante Fernando Martínez de Irujo, que teme ver repetida la escena de Díez Carabantes cuando, este sábado, Gallardón ofrezca a Cayetana la medalla de Madrid. Además, Fernando Porcar anunció que el 23 de julio se casa con la niña Piaggio en Umbría. En el acto, destacó la ausencia de Rafael Medina, que se excusó porque anda de compras en Londres, e Isabel Preysler se quedó en casa para ver a Boyer en su reaparición televisiva.
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