Asturias
Cómics al pie de la letra
Lorca, Lovecraft, Homero, Camus, Joyce e incluso el fenómeno «Nocilla»... Con el Salón de Barcelona llega un mes de viñetas literarias.
Que el tebeo ha bebido siempre y seguirá bebiendo de su «hermana mayor», la literatura, no es novedad. Todo tipo de clásicos han sido adaptados, de Dumas a Julio Verne, de Kafka a Mary Shelley, de Hemingway a Paul Auster. Decenas de obras han practicado el salto de formato, un camino casi exclusivamente de ida. La relación entre ambas artes no es nueva, pero con el Salón del Cómic de Barcelona (que arranca este jueves) coincide un mes de abril con un alud de títulos que son adaptaciones de conocidas obras, biografías de literatos o curiosas disquisiciones en torno a alguna figura.
La Irlanda de Joyce
Es el caso de «Dublinés» (Editorial Astiberri), una profusa mirada biográfica a James Joyce, con retrato de una época y una nación en ciernes, Irlanda, incluidas. El autor, Alfonso Zapico (Blimea, Asturias, 1981), ya conquistó a la crítica en 2010 con «Café Budapest». En estas nuevas páginas, trazadas en un divertido y vivo blanco y negro, conocemos la infancia de Joyce, su desarrollo como escritor, sus problemas económicos y editoriales, su exilio, su relación con figuras como Ezra Pound y H. G. Wells, entre otros contemporáneos, y su eclosión en las letras en una nación que se debate entre el nacionalismo y la Iglesia... Una obra que gustará al público general y que, sin duda, interesará a los «joyceanos».
Clásicos ofrece una línea de la editorial Panini que lanza «La Iliada» de Roy Thomas (Missouri, EE UU, 1940), un viejo conocido del cómic de aventuras y de la casa Marvel. Le seguirán en mayo una interesante versión de «Alicia en el País de las Maravillas» de Leah Moore (hija, sí, del «gurú» Alan Moore) y otra de «El último mohicano».
No todo son adaptaciones de clásicos. La viñeta sabe mirar también y apostar por los novísimos. Así lo hace el dibujante Pere Joan en «Nocilla experience» (Ed. Alfaguara), versión homónima y fidelísima de uno de los fenómenos editoriales en castellano de los últimos años, la novela fragmentada de Agustín Fernández Mallo. «Era un reto especialísimo –reconoce Fernández Mallo–, se trataba de unir literatura y cómic pero en un libro especialmente destacado por la complejidad en cuanto a personajes-trama, hay muchas partes que son poéticas, no ya narrativa en imágenes».
Aun así, la novela gráfica de Pere Joan sorprende por su fidelidad al original, y ha prescindido tan sólo de un par de tramas y personajes, manteniendo el resto fiel, no ya al espíritu, sino a la letra. Fernández Mallo, que reconoce no ser muy «comiquero» («para mí es un mundo aparte»), sabe en cualquier caso valorar el resultado: «Es un trabajo fantástico, aparte ya de por el dibujo en sí, que estuvo tres años haciéndolo, por cómo ha resuelto las partes menos narrativas».
La literatura de género no se queda al margen. Entre las novedades más interesantes aparece un clásico de la ciencia-ficción, «¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?» (Norma Ed.), obra de Tony Parker que estira hasta dos gruesos tomos en realistas pinceladas de color digital la pequeña gran novela de Philip K. Dick. En sus páginas, encontramos un desarrollo de la historia más cercano a la novela que a la versión cinematográfica, «Blade Runner», por más que el protagonista de los trazos se parezca sospechosamente al Rick Deckard de Harrison Ford. En el terreno del terror, llega «Reanimator» (Planeta DeAgostini), revisión a cargo del francés Florent Calvez de la obra sobre la desafortunada historia del médico Herbert West.
La generación Beat
La generación de Allen Ginsberg y Jack Kerouak tiene su propia novela gráfica, «The Beats», una obra inédita hasta ahora en nuestro país que ha rescatado 451 Editores, tras la muerte en 2010 de su guionista, Harvey Pekar, un nombre de culto en el cómic underground. Ed Piskor dibuja un collage autobiográfico de un grupo complejo y polémico de creadores. La literatura española se adentra en el cómic con «La huella de Lorca», una novedad de Norma Editorial que firman Carlos Hernández y El Torres. El libro huye de la biografía, aunque recrea algunos pasajes relacionados con la vida y la muerte del poeta asesinado,con la presencia de Dalí o Buñuel. Incluso traslada a las viñetas el encuentro del historiador Ian Gibson con Manuel Castilla Blanco, el hombre que enterró al poeta granadino en agosto de 1936.
La misma editorial publica este mes «El huÉsped», de Jacques Ferrández a partir del relato de Albert Camus «El exilio y el reino»; también «Ana Frank», una biografía gráfica a cargo de Sid Jacobson y Ernie Colon (el tándem que firmó hace unos años un interesante y complejo cómic sobre el 11-S) de la niña judía que pasó años escondida de los nazis antes de acabar trágicamente en Auschwitz y cuyo diario es un «best seller» internacional del siglo XX. Schnitzler plasmó la desgracia de otra joven, aunque más social y sutil, en «La señorita Else», que dibuja Manuele Fior (Cesena, Italia, 1975) en su versión en tinta (Ed. Sins Entido) con estilo a lo «Munch» y una oportuna tristeza en color.
El detalle: Nietzsche y Bertrand Rusell: Trazos de Filosofía
Si adaptar novelas tiene su riesgo, convertir en viñetas obras filosóficas es un salto al vacío. Pero da interesantes resultados. «Así habló Zaratustra» es una apuesta de la editorial Herder, que ha importado una versión en manga de una de las obras cumbre de Friedrich Nietzsche. El superhombre, el eterno retorno y la muerte de Dios aparecen en un argumento de asesinos en serie que, si bien no profundiza en su pensamiento, sirve como aproximación a algunas de sus ideas con un dibujo nada desdeñable. La pasión por la lógica de Bertrand Russell es el tema abordado en «Logicomix» (Ed. Sins Entido), un colorido y original viaje de dos autores griegos a la vida de Russell y su defensa de la lógica.