Estreno
CRÍTICA DE CINE / «Margin Call»: Toma el dinero y corre
Dirección y guión: J.C. Chandor. Intérpretes: Kevin Spacey, Zachary Quinto, Jeremy Irons, Paul Bettany. EE UU, 2011. Duración: 110 minutos. Drama.
No hay peor imagen para hablar de la crisis que la de un ejecutivo que ha tenido que decidir el futuro del mundo cavando la tumba de su querida mascota. En «Margin Call», el debutante J.C. Chandor quiere humanizar a los culpables del desastre económico, y afortunadamente tarda mucho en ponerse metafórico, manteniéndose fiel al puño y letra de la información clasificada que sale a la luz cuando un becario empieza a entender por qué han despedido a su jefe. «Margin Call» apenas cruza las puertas que separan las oficinas de una corporación financiera de la calle. No existe la más mínima digresión; sólo la estrategia y la trampa, y los diálogos, que podrían llevar la firma del David Mamet de «Glengarry Glen Ross», funcionan como pequeñas batallas verbales, duelos de titanes durante los que las estrellas invitadas (Kevin Spacey, Stanley Tucci y, con peor fortuna, Jeremy Irons) disparan a bocajarro para robar escenas mientras fuera la vida sigue igual.
«Margin Call» es una película pedagógica. Tiene sentido: todos sabemos que va a acabar mal, pero lo que nos importan son los detalles, los pormenores de este gigantesco timo de la estampita. La acción sube en ascensor, cambia de planta, cada vez más alta, a medida que la catástrofe adquiere proporciones cósmicas. J. C. Chandor debe secuestrar nuestra atención luchando contra lo que el espectador conoce por los telediarios, aclarando términos oscuros que pueden provocar rechazo. La economía no es demasiado cinematográfica, por eso lo importante del filme son las personas y su mérito es darle un relato a la crisis, modelarla según una narrativa y una estructura que funciona con la frialdad de una balanza de pagos.
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