El héroe moderno

Con los datos históricos uno puede hacer lo que quiera para su propio provecho. Hay que ha logrado de una realidad sabiamente interpretada resultados excelentes, como «F.», la novela de Justo Navarro sobre Gabriel Ferrater. Otros la aprovechan con usos torticeros.
Resulta curioso en las últimas semanas el caso que esta haciendo TVC a las teorías de Jordi Bilbeny: una entrevista en «Els matins» para exponer que Colón era catalán y la emisión del documental «Enigma Cervantes», donde el mismo autor asegura que el padre de Alonso Quijano era un tal Miquel de Servent. Detrás de todo eso existe, según Bilbeny, la idea de una conspiración castellana a gran escala para apoderarse de los grandes personajes de la historia de Cataluña, incluido Juan Palomo.
La verdad es que la cosa ya aburre. El año pasado otro autor, de cuyo nombre no quiero acordarme, se hacía eco de lo expuesto por Bilbeny e incluía al pobre Cervantes, perdón Servent, en una lista de célebres homosexuales catalanes.
Bilbeny forma parte de una entidad que cree que medio renacimiento literario de los siglos XV y XVI se hizo en estos lares, desde Fernando de Rojas al «Lazarillo de Tormes». Lo único seguro, pese a tanta reclamación, es que en las salas del Museo de Historia de Cataluña no se menciona jamás como catalanes a Josep Pla o Salvador Dalí.