Copa Confederaciones
Y de «9» el aprendiz de Bergkamp
Robin van Persie sigue los pasos de su modelo en el Arsenal n Wenger lo fichó como extremo, hoy será el delantero de Holanda ante Dinamarca
«Nosotros le pusimos como modelo a Dennis Bergkamp y él se desarrolló muy bien en ese modelo. Sólo hay que ver los números», dice de Robin van Persie su entrenador, Arsene Wenger. Bergkamp era un artista que marcaba goles. «Robin es más goleador», asegura el técnico del Arsenal. «Cuando llegó, Dennis tenía 33 o 34 años y Van Persie lo escuchaba, lo respetaba y atendía sus consejos. Aceptó ese papel de maestro y alumno», añade. Van Marwijk, el seleccionador holandés, ha aprovechado ese aprendizaje para encontrar al delantero centro que le faltaba.Desde los tiempos de Marco van Basten, Holanda siempre ha tenido un delantero centro evidente. Un futbolista de esos de los que se sabe por su tamaño que se gana la vida en el área. Futbolistas como Van Nistelrooy, Van Hooijdonk o Venegoor of Hesselink responden a ese modelo. Un delantero de los de antes.Pero el modelo se ha agotado, Van Nistelrooy se retiró de la selección, otra vez, después de la pasada Eurocopa. Igual que había hecho al finalizar el Mundial de Alemania. Quiso volver, pero su rendimiento en el Hamburgo no ha convencido al seleccionador holandés para recuperarlo. Y Holanda, cuando no tiene un delantero, se lo inventa. Como hizo con Bergkamp. Como ha hecho con Van Persie. La otra solución era que Kuyt regresara a su posición original, al centro del área donde jugaba en el Feyenoord. Pero Kuyt corre demasiado como para tenerlo atrapado en el área. Aunque Van Marwijk quiere un delantero que se mueva, que cree espacios. El seleccionador holandés piensa un fútbol en el que los jugadores entran y salen de las posiciones de remate. Un fútbol sin extremos, ahora que tiene lesionado a Robben. El único jugador que nació en la banda es el mismo Van Persie, pero su seleccionador decidió hace tiempo que no lo quería pe- gado a cualquiera de los costados del campo.Kuyt, Sneijder y Van der Vaart acostumbran a formar la segunda línea de ataque, que muchas veces es la primera. Los espacios se crean y se ocupan. «Si me muevo mucho hago menos previsible el trabajo de los defensores», explica Van Persie. «A los delanteros se les juzga por los goles, pero yo quiero dar algo más. Me gusta tanto dar pases de gol como marcarlos», reconoce.El «9» de Holanda ha crecido, ya no es aquel aprendiz que fichó el Arsenal. Tras ser expulsado contra el Southampton en su primera temporada, tuvo que escuchar la calmada reprimenda de su jefe. «No me gritó ni me dijo que estaba mal», explica. «Si quieres ser un jugador de élite, tienes que cambiar algo», le dijo. «¿Qué?», respondió el futbolista. «Descúbrelo tú mismo», le animó Wenger a buscar como si fuera un maestro zen.Ahora es él quien se preocupa por los jóvenes. «En mi club y en la selección trato de aconsejar a los jugadores más jóvenes cuando veo que cometen los mismos errores en los entrenamientos o los partidos», asegura. «Pero nunca con gritos ni nada de eso. Sólo hablo con ellos. Todo el mundo necesita sentirse valorado de algún modo», añade. Las enseñanzas de Bergkamp y de Wenger han funcionado.