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Carbonero deja en pañales a Hollywood por Jesús MARIÑAS
El gran Matías Prats no regateó elogios y Carbonero fue el figurón de la noche TP, donde la Campos nunca concurrió. «Llevas un carrerón que no lo para ni tu novio», le dijo Prats, un buen piropo también para el incomparable Iker Casillas.
Deja en pañales a las actuales estrellitas hollywoodienses, y ni piensen en nuestra Penélope, ya en línea morcillona reventando costuras. No se juzga a una madre reciente, sino a una luminaria del cine norteamericano. De ahí los reparos, objeciones o críticas, como al esmoquin blanco de Javier Bardem, que tenía con él pinta de camionero.
Sara brilló como pocas noches ante una Ana Rosa llevándoselo todo. Opacó al resto, incluso al impacto cuasi latino de Fátima. La esposa del publicista Ricardo Pérez también canta y entusiasma como los ojos verdes que Sara contrastó con un Gucci un tanto St. Laurent: falda recta color fucsia que dio soporte a una blusa morada de mangas abullonadas y sandalias que mostraban las uñas transparentes de la guapísima, que no logró ser premiada. Matías la consoló con dos premios bajo el brazo, uno para su equipo de informativos en Antena 3: «Me alegra más que el personal, porque está más repartido», remarcó. No le hicieron sombra ni las gasas grises y fantasmales de Lydia Bosch, tampoco el estampado en blanquinegro de Mar Saura, ni el aire engalanado de Irene Meritxell, la discreta novia de Imanol Arias. Imposible esconder la calidad interpretativa de Malena Alterio, con nueva serie. Se pisaba la larga túnica. Le sobraban dos dedos y no dejó de recogerla, como Patricia Conde piropos, incluso bajo una minitúnica de falda simétrica en lentejuelas doradas. Mejor con melena recortada, igual que Juanjo Artero sin su chaqueta pata de gallo, nada que ver con el engalanamiento de Jaime Cantizano o un barbudo Jorge Fernández. David Cantero impactó por su estatura e Iván Sánchez fue sin esposa y se notó. Y hasta anotó, como los malos modos con la Prensa de la representante de Imanol.
Dafne Fernández destacó por altura, mientras que Maxim Huerta miraba a todos por encima del hombro. Paco León destacó por su cortísima chaqueta cruzada que le acortaba figura, pero no ingenio, mientras Imanol confirmó que ha rechazado la presidencia de la Academia de Cine: «No es para mí. Estaría incómodo y no sabría qué hacer. Agradezco el honor, pero no me veo. Hacen una política que no me va, que piensen en otro».