La tarde, veraniega, caía por San Lorenzo, con besos sobre la mano del omnipotente Gran Poder. El Gran Poder de Dios permanece donde siempre, a pesar de que, sorprendentemente, haya quien ose a levantarle su sagrada mano. Vencida la tarde, la basílica se llenó del amor de una Ciudad hacia su eterno Padre. En la memoria, los versos de Rodríguez Buzón, los romances de Antonio Burgos y la prosa lírica de Rosa García Perea, como testimonios de fe y de devoción hacia aquel que vive en San Lorenzo, Gran Poder de infinita misericordia. Rosa García Perea está de enhorabuena. Su editorial, Jirones de Azul, acaba de cumplir cuatro años, convirtiéndose en toda una referencia para lectores y escritores. Desde que en el año 2006 comenzara su andadura con el libro titulado «Con buenas palabras», Rosa ha sido artífice de que hayan visto la luz numerosas publicaciones referentes a Sevilla y sus costumbres. La autora de «Las manos de Pandora», amante de los gatos y de cafés literarios en la calle Trajano, ha brindado la oportunidad de poder editar sus obras a los escritores que van emergiendo bajo la sombra de la Giralda. Desde «Nazareno dame cera» hasta «Recuerden»; de «Sevilla, ciudad de leyenda» a «El hombre que esculpió a Dios», por citar algunos títulos, con autores tan destacables como Navarro Antolín, Paco Robles, Manuel Grosso o Fernando Carrasco, entre otros. Jirones de Azul cuenta en la actualidad con una escuela de creación que imparte talleres de diversas materias. Asimismo, su certamen internacional de poesía y relato es conocido internacionalmente, y a él se han presentado autores desde los más remotos lugares. Rosa escribe artículos que conmueven y sus versos desgarran el alma… Desde Torrijiano a Tigris, pasando por Trajano. Sevilla sigue en las manos de Jesús del Gran Poder, y la literatura sevillana, en las manos de una Rosa que, junto con su hermana Esperanza, trabajan con ilusión por alcanzar un futuro de éxito en las letras sevillanas. Larga vida a Jirones de azul. Felicidades.