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Juan José Imbroda: «Todas las religiones son buenas en pequeños sorbos»

Con las encuestas en la mano, Juan José Imbroda (Melilla, 1944) puede dormir tranquilo de aquí al 22-M, pero el candidato del PP a la Presidencia de la Ciudad Autónoma de Melilla «no descansa ni un minuto» pese a que puede mejorar los 15 concejales logrados en los comicios de 2007.

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MELILLA-Ha sido objeto de dos agresiones durante la campaña «más violenta» que recuerda y en la que se prohíbe «votar a los cristianos» a sus vecinos musulmanes.

–¿Cómo encara estos últimos días el elevado clima de crispación política que se vive en la Ciudad Autónoma?
–Puede ocurrir cualquier cosa, porque el partido Mustafá Aberchán, Coalición por Melilla, se está llevando la palma en las agresiones verbales y físicas

–¿A qué se refiere con que puede ocurrir cualquier cosa?
–Pues que este partido se ha ido radicalizando a lo largo de los años. De hecho, se han traído una «fatwa» de Jordania en la que se prohíbe votar a los cristianos, pues los musulmanes tienen que votar a los musulmanes. Están fomentando este asunto en las mezquitas, lo cual es un disparate y una locura.

–¿Son conscientes de la importancia del voto musulmán?
–Absolutamente. Nosotros llevamos a musulmanes en nuestras listas y un 30% de nuestros afiliados en Melilla profesan esta fe. Nosotros representamos fielmente a la sociedad melillense.

–¿Cómo se le queda el cuerpo cuando escucha la palabra «fatwa»?
–Se me queda muy mal, porque aquí hay que actuar más. El Gobierno central tiene que tener más decisión y potenciar las inversiones para reducir el desempleo actual, que es un caldo de cultivo muy favorable para el integrismo religioso.

–¿Usted se siente más cercano al Yom Kippur o al Ramadán?
– Todas las religiones son buenas en pequeños sorbos, pero en el momento en el que se pegan un atracón integrista se convierten en malas. Respeto a todas, lo que pasa es que yo las llevaría al carácter íntimo de las personas. No hay que intentar imponer las ideas de uno sobre las del otro por la fuerza.

–Una vez que pasen las elecciones, ¿qué le van a exigir al Gobierno central?
–Llevamos proponiéndole al Gobierno de Zapatero un sinfín de propuestas que hasta ahora no han sido escuchadas. Por eso, tengo muy poca fe de que después, si ganamos, atiendan nuestras exigencias. Sin embargo, estoy convencido de que Mariano Rajoy será presidente del Gobierno pronto (silencio). Con Rajoy las cosas cambiarán mucho.

–¿Cuánto?
–Pues bastante, porque hemos propuesto la ampliación del puerto comercial, que los transportes marítimos tengan un precio razonable; para que todo el mundo se pueda desplazar hasta aquí; o la ampliación el campus universitario, entre otras iniciativas.

–Supongo que también pedirán un cambio en las relaciones actuales entre los reinos de Marruecos y España.
–Las relaciones han sido en los últimos años tan regulares como las que ha habido con otras naciones. La política diplomática española es muy mala y muy floja. Marruecos necesita un Gobierno español que sea más fuerte. Si somos dos países amigos, tiene que haber lealtad máxima. No se puede estar recibiendo «puñalaítas» a cada momento. Hay una idea clave: nosotros tenemos que ayudar a Marruecos en su proceso de democratización.

–Desde el PP mantienen que el 22-M puede ser el comienzo del cambio en cuestiones como ésa.
–Sí, porque según las encuestas, la situación va a dar un giro de ciento ochenta grados en todo el país. Con esos datos, yo creo que lo que tiene que hacer el señor Rodríguez Zapatero es convocar elecciones generales después de que un pueblo le de un varapalo como el que se espera. A partir de ahí, creo que el domingo España, y Melilla como parte de ésta, irán mejor en todos los sentidos.

–¿Le va a tirar mucho a Rajoy de la chaqueta si llega a presidente del Gobierno?
–Rajoy viene aquí muchas veces y se ha comprometido, públicamente y en varias ocasiones, a hacer lo que le hemos pedido al Gobierno socialista desde hace mucho años. No me cabe ninguna duda. Con él me une una buena relación y hemos hablado mucho sobre la necesidad de aumentar la implicación central en Melilla.

–Las encuestas les deben de dar mucha tranquilidad.
–Si nos basamos en las encuestas, tanto las que han sido publicadas en medios nacionales como por nosotros nos dan, ciertamente, una mejoría de esos 15 concejales, aunque hay que esperar hasta el 22-M para saber lo que va a pasar. De todas formas, sí es verdad que la tendencia nuestra es crecer.

–¿Eso quiere decir que habrá una continuidad en su gestión?
–La verdad es que por los años que llevo, tengo una trayectoria a mis espaldas y soy previsible. Hay una serie de propuestas que son una continuidad en lo que se refiere a inversiones. Nosotros gastamos casi un 30% anual en inversiones y siempre estamos cambiado el urbanismo de la ciudad a mejor. Por otro lado, tenemos una política social bastante intensa. Por ejemplo, a los estudiantes se les paga el 100% de las matrículas universitarias y tenemos un salario social para las familias que no tienen nada. Llevaremos a cabo la misma política que hemos realizado en los últimos cuatro años, sólo que más acentuada.

–Dígame por qué hay que ir a visitar Melilla.
–Por la sencilla razón de que debe de ser una de las ciudades más bonitas de España. Se lo digo con todo convencimiento, la podemos poner a pelear con cualquiera cuando usted quiera. No sólo eso, se trata de una ciudad con una cultura milenaria y con una riqueza patrimonial importantísima. Posiblemente, sea una de las ciudades amuralladas que mejor se conservan en todo el Mediterráneo. Creo que la única con la que puede compararse es Malta.

–¿Desde cuándo tiene este amor por Melilla?
–Desde que nací. Soy un melillista acérrimo y siempre me ha apasionado su historia, muy muy dura, y sus gentes.


De cerca
–Le gusta el karaoke y cuando puede imita maneras de «crooner» para emular a Frank Sinatra. ¿A quién le cantaría «Somethin' stupid like i love you»?
–A Zapatero seguro que no. Sinatra no está para esas cosas. Como es un tema muy romántico sería para mi mujer, que es del PP.
–A Zapatero le podía cantar «La murga de los currelantes», de Carlos Cano
–(Risas). No, a él lo que le cantaría es «¡Vete ya!, ¡vete ya!».
–Habrá hecho la mili en la Legión, ¿no?
–No, la hice en Ronda, en Infantería. Con 20 años, y entonces la Legión era muy dura.
–¿Km recorridos?
–50.000 en dos años. 5.000 en campaña.
–¿Y qué le gusta?
–Los niños que se me suben al escenario.
–¿Una obsesión?
–Me he vuelto iPad dependiente.