Valencia
Barberá acusa a los socialista de incitar al boicot en sus apariciones
Una decena de vecinos increparon ayer a la alcaldesa de Valencia durante su discurso en Patraix.
Escoltada por gran parte de su equipo de Gobierno, dispuesta a seguir el plan previsto y con la vena guerrera que saca en época electoral, se presentó ayer en Patraix la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. «Voy a decir todo lo que tengo que decir, que es mucho». La primera edil respondía así a los gritos y pitidos que se oyeron durante el discurso de presentación del nuevo Programa de Actuación Integrada (PAI) del barrio y al «boicot»» organizado, según denunció, por los socialistas, «impotentes» por los resultados electorales que cosechan en el Ayuntamiento. Acusación que horas más tarde negaba la portavoz socialista, Carmen Alborch y que atribuía a la «crítica ciudadana».«¿Querían mitin?, pues aquí tienen mitin». Una desafiante Barberá alzaba la voz ante los que protestaban por asuntos tan diversos como la subestación de Patraix, el traslado de la Clínica del Consuelo o la crisis económica. Pero no estaba sola en su defensa, tenía de su lado a un grupo de incondicionales que corearon su nombre cada vez que se escuchaban voces discordantes.«Está nerviosa»La más crítica en este sentido fue la del presidente de la Asociación de Vecinos de Patraix, Antonio Pla, quien declaró que «es normal» que Barberá «esté nerviosa por lo que está cayendo». Así, justificó el boicot de actos pues se trata de «estrategias de partidos que se deben tolerar siempre que estén en ambiente democráticos». Sin embargo, criticó la actuación de la primera edil. «No puede increpar a los ciudadanos y dirigentes vecinales porque cada uno tiene su función».
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