Pese a que los sindicatos en Cacaolat han defendido hasta ahora el proceso de venta de la unidad productiva desde el juzgado de Barcelona, los representantes de la plantilla consultados por Efe han abogado por cerrar el proceso con rapidez, con independencia de que la oferta se haya presentado en Barcelona o en Madrid.

Corporación Alimentaria Peñasanta (CAPSA), propietario de Central Lechera Asturiana, ha ofrecido 20,05 millones de euros por el 95 por ciento de las acciones del productor catalán de batidos Cacaolat.

CAPSA ha sido la única empresa que ha presentado una propuesta en el proceso de venta abierto por el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid, que había dado de plazo hasta el 5 de septiembre para la presentación de proposiciones vinculantes superiores, en todo caso, a veinte millones de euros.

El secretario general de la federación agroalimentaria de CCOO de Cataluña, Miguel Ángel Domínguez, ha apuntado que su sindicato sigue confiando en el proceso de venta de la unidad productiva iniciado en Barcelona, pero ha abogado por la máxima rapidez para encontrar una compañía que se haga cargo de Cacaolat.

"Lo que nos interesa es la rapidez", ha declarado Domínguez a Efe. "Si una empresa compra las acciones, conserva los puestos de trabajo, paga lo que se debe y se compromete a construir la nueva fábrica, será bienvenida, aunque haya presentado la oferta en Madrid", ha agregado.

El presidente del comité de empresa de la planta de Utebo (Zaragoza), Pablo Sanz, ha destacado que Central Lechera Asturiana es "una empresa fuerte"y ha pedido que lo importante es que garantice la producción y el crecimiento de Cacaolat.

No obstante, desde el comité de empresa de las plantas de Barcelona y Parets del Vallès (Barcelona) se han mostrado más prudentes: "Apoyamos la venta desde Barcelona y esperaremos a ver las ofertas que se han presentado aquí", ha apuntado uno de sus miembros.

Central Lechera Asturiana, que está presente asimismo en la puja de Barcelona, ha planteado un "sólido"proyecto en el que se compromete a conservar los puestos de trabajo de toda la plantilla de Cacaolat y a asumir las obligaciones de pago con los acreedores, lo que ha hecho que limite la oferta económica a poco más de los 20 millones exigidos.