Orense
De escándalo en escándalo por Iñaki Zaragüeta
El PSOE gallego suma a la «operación campeón» la del alcalde Ourense.
Si el PSOE gallego, el de José Blanco, no tenía bastante con «la operación campeón», que afecta de lleno al ex ministro, se encuentra ahora con un nuevo escándalo, el del alcalde de Orense, Francisco Rodríguez, detenido bajo la acusación, nada más y nada menos, de tráfico de influencias, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales y cohecho. Si graves son las imputaciones, más deberían serlo las consecuencias para el partido en cuestión en la actual coyuntura electoral de aquella autonomía.
Es verdad también que ha habido más detenidos –12 en total– y que otro de ellos es el primer edil de Boqueixón, Adolfo Gracio (PP), lo que recrudece el escenario. Sin embargo, son incomparables la relevancia de uno y de otro.
La Policía Nacional vuelve a desvelar la falta de rigor en los partidos a la hora del control interno. Ni les preocupa carecer de órganos de observación, ni cuentan con mecanismos automáticos para eliminar cualquier sospecha ante la ciudadanía. La mayoría de los políticos son honrados, pero hay demasiados en la otra orilla que no pasarían la prueba del algodón de Hacienda. En los tiempos de la Transición, el debate se centraba en que cualquier causa judicial debía conllevar la responsabilidad política.
Después se pasó a la hora de la imputación. Más tarde a la condena. Y finalmente, medio partido acompaña al delincuente hasta las puertas de la cárcel. Coincido con mi amigo Rogelio en que la mejor forma de eliminar la corrupción, es combatirla. Los partidos no parece que estén por esa labor. Así es la vida.