Sevilla

Cuando morder la manzana es virtud y no pecado

Desde su piso familiar en Huelva, dos veinteañeros editan la revista digital más exitosa del universo Apple, con 20.000 suscriptores

Cuando morder la manzana es virtud y no pecado
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En algunos idiomas, la identificación absoluta entre una marca y su clientela más fiel ha dado lugar a neologismos. Los «harliers» norteamericanos llevan leyendas en sus motos del tipo «antes vendo a mi madre que montarme en una moto japonesa». En italiano, existe el término «alfista» para definir al conductor que sólo consiente ponerse a los mandos de un Alfa Romeo. El éxito de la línea «i» de Apple McIntosh, el gigante de la tecnología, ha propiciado un fenómeno fan similar al que provocan las estrellas del rock. Muchos son los hogares en los que se cuentan más iPods, iPhones o iPads que habitantes. Es posible, es seguro, que los hermanos Rodríguez Machío no se ajusten al perfil friki del joven ultratecnológico. Pero estos dos veinteañeros son mucho más originales: han conseguido convertir su afición a los productos Mac en un negocio. Medio año les ha bastado para arrasar con su revista digital temática.

Nacimiento y explosión
La historia de MacToday es tan sencilla como el impulso que llevó a los gemelos Álvaro y Javier Rodríguez a fundar la empresa: el miedo al paro. «Terminamos nuestros estudios de dirección de empresas y como las perspectivas del mercado laboral eran desoladoras, decidimos convertir en un trabajo nuestra afición por los productos Mac». En todo caso, Álvaro, que figura en el staff como co-director al mismo nivel que su hermano, puntualiza que «hay mucho fanatismo en torno a esta marca y a nosotros también nos sorprende la cantidad de frikis que pululan por el universo digital». Es él quien saca la palabra tabú en la conversación, desde la atalaya de normalidad que le da un aspecto en las antípodas de la extravagancia que caracteriza a la industria alrededor de la informática.

Su producto, exitoso, es de una sencillez asombrosa: una revista que mensualmente informa de las novedades en torno a la marca de la manzana. «No había nada similar en el mercado hispanohablante, apenas un par de publicaciones que se limitaban a traducir webs anglosajonas». La buena acogida de los primeros números los animó a preparar la aplicación para su descarga a través de Applestore y así, desde febrero, el crecimiento ha sido exponencial. «Ahora estamos en las 20.000 descargas mensuales pero el margen de progresión aún es muy grande porque el 90% de los lectores son españoles. El mercado hispanoamericano está virgen y, de hecho, ya hemos introducido un reportaje mensual exclusivamente dedicado a esa región».

Asustado ante el mil veces proclamado apocalipsis de la prensa, el reportero pregunta con voz casi inaudible si el nacimiento de MacToday en formato digital obedece a las previsiones de sus promotores sobre la extinción a corto plazo de la información en letra impresa. La respuesta es, no obstante, tranquilizadora. «Para nada. Ni siquiera a medio plazo se dibuja ese panorama. El único motivo por el que no salimos en papel fue que disparaba los costes y dificultaba la distribución. En España, tenemos más lectores que publicaciones míticas como National Geographic o Vanity Fair pero eso no tiene una traducción directa en facturación. Nadie es capaz de vivir sólo de sus ventas y la publicidad, por ahora, sigue mayoritariamente en el papel».

El acceso al mercado publicitario es, por consiguiente, la gran asignatura pendiente de esta compañía onubense con «dificultades para financiarnos porque los grandes anunciantes siguen en manos de, con todos los respetos, dinosaurios de la publicidad». Por eso, «la carga de trabajo es enorme. Somos una empresa familiar con un equipo bastante más reducido del que nos haría falta aunque contemos con lo principal: unos contenidos que mes a mes nos hacen competitivos. De ahí también la necesidad de ampliar el mercado a Iberoamérica usando la magnífica herramienta del idioma». Quinientos veinte años después, se prepara a orillas del Odiel un nuevo desembarco en el Nuevo Mundo.

Con sólo ocho números en la red, la difusión no deja de crecer de manera exponencial gracias entre otras cosas a que, desde abril, «también se nos puede encontrar en una de las plataformas llamadas kiosco digital, del estilo de Orbyt. Al principio, recibimos muchos correos de usuarios de Mac que no podían vernos porque no tenían dispositivos móviles y nos introdujimos en el mercado de los ordenadores». El precio de cada ejemplar, poco más de un euro y medio. «Menos de lo que cuesta una cerveza a cambio de cien páginas de lectura».

 

Álvaro G. Machío
–¿Es más sencillo trabajar con tu socio si además es tu hermano gemelo?
–A nosotros sí nos resulta fácil porque encima mi padre también está vinculado con la empresa pero me imagino que dependerá de cada caso.
–¿Cuál es la mayor ventaja estratégica de España en su sector?
–Sin lugar a dudas, un idioma con 500 millones de hablantes. Nosotros somos líderes en España pero si lográsemos tener solamente una pequeña cuota en el mercado iberoamericano, nuestra perspectiva sería mucho más halagüeña.

 

del garaje al dormitorio
«Steve Jobs creó el Apple I en un garaje. Nosotros, desde nuestro modesto dormitorio, fundamos esta revista»

El paralelismo con el gurú californiano se encuentra sin esfuerzo. «Pero seguro que no llegamos tan lejos» como Steve Jobs, a quien consideran «más que un ídolo, es ya un personaje histórico». No enumeraremos las diferencias entre Palo Alto, a orillas del Pacífico, y Palos de la Frontera, junto al Atlántico.