País Vasco
La cúpula de Batasuna campa a sus anchas
La «Mesa Nacional» de Batasuna (que ahora se hace llamar la «izquierda abertzale», formación que está ilegalizada, se reúne de nuevo con regularidad en distintos lugares del País Vasco. Desde que el Tribunal Constitucional convalidara las listas electorales de Bildu, los proetarras no parecen tener ningún problema para que su máximo órgano de dirección celebre sesiones.
Atrás han quedado los tiempos en que las Fuerzas de Seguridad impedían este tipo de reuniones, detenían a los asistentes y se incautaban del material que estaban estudiando.
Investigaciones
No obstante, mientras no se les ordene lo contrario, mantienen las investigaciones. Según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, Rufino Echeverría, que participó junto a Iñigo Iruin en la presentación de Sortu, aparece como el máximo dirigente de Batasuna. Asiste, junto con Tomasa Alejandro, que actúa como secretaria de «actas», a todas las reuniones. El número de convocados, según las citadas fuentes, nunca supera la decena y varía en función de los asuntos que se van a tratar.
En las últimas semanas, dedican especial atención a la estrategia que los proetarras deben desarrollar en los ayuntamientos y otras instituciones gobernadas por Bildu. Otros de los dirigentes «batasunos» que asisten con cierta regularidad a estas sesiones son Joseba Permach y Jon Petricorena, que siempre han tenido un destacado papel dentro de Batasuna.
Los proetarras, a diferencia de lo que ocurría antes de la legalización de Bildu, no toman ahora ninguna medida de seguridad. Los largos recorridos con cambio de medio de transporte, y dejar el teléfono móvil en casa, son también cosa del pasado.
Seguridad
Actúan como si tuvieran la seguridad de que nadie les va a detener pese a que, según ha quedado acreditado en sentencias de los tribunales, incluso a nivel internacional, se trata de una organización ilegal, cuyas actividades, entre ellas las reuniones de sus órganos de dirección, deben ser perseguidas.
Como ha ocurrido siempre en períodos de tregua o alto el fuego, las Fuerzas de Seguridad, que no han dejado de trabajar en ningún momento, optan por una cierta prudencia. No tienen instrucciones, y ahora ocurre lo mismo, de dejar de perseguir a ETA. En el caso de las organizaciones del entramado, cuyos dirigentes, al amparo del alto el fuego y el «nuevo proceso abierto», protagonizan numerosas actividades públicas, una actuación policial resulta siempre más complicada.
Es una situación, según las citadas fuentes, bastante compleja ya que, sin que existan órdenes concretas, que serían ilegales, se adopta una postura de cierta permisividad.
Tomasa Alejandro es, al igual que los otros dirigentes de Batasuna que asisten a las reuniones de la «Mesa», una vieja conocida de las Fuerzas de Seguridad. En octubre de 2007 fue detenida en la operación realizada contra la «mesa nacional» en la localidad guipuzcoana de Segura.
Estuvo presente, junto con Joseba Permach, en el registro de la sede de EHAK (Partido Comunista de las Tierras Vascas, la pantalla entonces de Batasuna) en San Sebastián. A Permach se le atribuye la frase, dicha a los agentes policiales entonces, de que «ésta vez nos habéis pillado», por la gran cantidad de información que se guardaba en el local.
Lo que dice la Ley
- El Tribunal de Estrasburgo ratificó en 2009 la decisión del Supremo y del Constitucional en la que destacaba que la ilegalización de Batasuna por parte del Gobierno no sólo fue «legal, sino necesaria». Además la Corte Europa de Derechos Humanos destacaba lo que el Tribunal Supremo resaltó en su momento que los partidos políticos que habían sido ilegalizados «presentaban una lista de comportamientos que permite llegar a la conclusión de que eran instrumentos de la estrategia terrorista de ETA».
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