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Diseñadores

El físico de Andreíta en boca de todos por Jesús MARIÑAS

El físico de Andreíta en boca de todos por Jesús MARIÑAS larazon

No se habla de otra cosa, maestro Anson. Andreíta y su opulencia física en la portada de la revista «Diez minutos» está en boca de todos. La niña promete y a mí, que tanto he visto, me recuerda a Quetché Parra, la sobrina del galán único que fue Vicente, historia de nuestro cine como Alfonso XII. Éste fue la ideal pareja artística de una Lola Herrera que pospone a finales de marzo el lanzamiento de sus creaciones, que nunca veremos en la que antes era la pasarela Cibeles. La asesora el hijo de su entrañable Ángela Arregui. Está en buenas manos y me anticipa que los sofás estarán decorados con reproducciones de las fotografías casi místicas que hace Daniel Dicenta, hijo de la actriz y nieto de otra gloria de la escena española.
La finiquitada pasarela ha sido como un ágora, una reunión y también una exhibición, todo el mundo ojo avizor. Carmen Lomana asistió de blanco impoluto con la espalda al aire como si la primavera hubiese llegado a El Corte Inglés, un despropósito enseguida enmendado tras cambiarse en el coche y elegir un modelo bicolor de Ágatha Ruiz de la Prada y así ocupar lugar privilegiado en su desfile con una impronta de colorido y gran calidad de confección. Lomana justificó su cambio de vestuario: «Por mis amigos hago lo que sea», dijo, y miró envidiosa a la exquisitez de Mar García Vaquero, que asistió con un modelito en tonos marfiles que contrastaba con un enorme coral negro. Colgaba de su cuello de princesa rubeniana igual que el similar anillo de la exquisita Cristina Garmendia. El accesorio se realzaba bajo un achinado traje verde botella de Lomba con una abertura a medio muslo. Cristina vistió como nadie el Gobierno de Zapatero, al igual que María Teresa Fernández de la Vega, siempre impecable. Mientras que la cálida Trinidad Jiménez parecía un fardo mal liado y Leire Pajín se asemejaba a un «cake» a medio cocer, Garmendia resultó perfecta, como la casi esposa de Felipe González. Me habló de su Nochevieja dominicana. Mar siempre evita broncearse demasiado. No sigue el ejemplo de Begoña Trapote, su hermana del alma, que apenas se descolgó por las pasarela donde Nieves Fontana recibía tantas adhesiones como Covadonga O'Shea en un tweed discreto, pero con calidad. En el espacio de Mercedes Benz te ofrecían champán Mumm confundiéndolo con cava. Equivocación aplaudida por Fermín Lucas y la inagotable Cuca Solana, siempre atenta. Paula Vázquez exhibió un buen escote y los diez kilos que ha ganado. «A finales de mes empiezo en Antena 3, estoy deseándolo», comentó cubriéndose el escurridizo seno derecho al mismo tiempo que Ángeles Moya pasaba por el centro de planchado Rowenta. Mientras tanto, el corpachón de Andreíta daba para hablar largo y tendido. Hizo caso a mamá y se comió el pollo.