Nueva York
El crimen en Shakespeare
Recientemente, el FBI (Federal Bureau of Investigation) recibió una semana-homenaje en la Universidad Camilo José Cela de Madrid, UCJC. El estudio de esta fuerza policial indagaba en su apuesta por la ciencia contra el crimen. La asistencia a las diferentes ponencias y el seguimiento de las enseñanzas de los agentes del FBI fue un éxito.
Ahora, en un paso más, otro acto pionero y extraordinario: la gran dama del teatro, Ana Diosdado ofrece al público en general, alumnos y profesores, en el salón de Grados del campus de Villanueva de la Cañada, los días 29 de abril y 6 de mayo, unas conferencias en las que disertará sobre «El crimen en William Shakespeare».
La lección magistral, única en su especie, realizada por un Ana, que vuelve a su trabajo intelectual, ferozmente original, cuando acaba de superar un cáncer de mama y lucha contra una leucemia que se convierte en crónica, conduce al centro de la reflexión cultural a la Criminología, ciencia que con tanto mimo tratamos en el Departamento correspondiente de la UCJC.
Es muy probable que cuando acaba de descubrirse que el último de los grandes capos de las cinco familias mafiosas de Nueva York era capaz de recitar párrafos enteros de «El Príncipe» de Maquiavelo, donde había aprendido los secretos de su maldad, esté revelándose que, en el fondo, el arma secreta del FBI es estudiar a Shakespeare, en cuyas obras el crimen alcanza todo su esplendor.
Es sabido que quien no sea capaz de imaginar cómo ocurrió un crimen será incapaz de resolverlo. En las obras de William Shakespeare puede verse el rico arco iris de la personalidad del ser humano mil veces transformada hasta llegar al asesinato. La muerte y el poder que siempre van juntos, se entremezclan y confunden. Cada uno de sus personajes, viles y traidores o nobles e ingenuos o confundidos para centrarse en la venganza, nos enseña una cara oculta de la verdad.
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