Campaña electoral
Con rumbo al fin por José Ramón Bauzá
E l 20-N los españoles concedieron al PP la mayor confianza de la que un Gobierno ha gozado en la historia democrática de España.
La herencia recibida, tras casi ocho años de gobierno socialista, difícilmente podría ser peor, por lo que el reto que asume Mariano Rajoy es también la mayor encrucijada de nuestra historia reciente. Heredamos un país francamente perjudicado tras dos legislaturas de socialismo. Casi cinco millones de parados, la credibilidad económica y política de España en entredicho, una deuda histórica, más españoles que nunca bajo el umbral de la pobreza, un enfrentamiento manifiesto entre instituciones… Por resumir, la herencia recibida en 2003 por el PSOE ha quedado dilapidada. El Gobierno de Zapatero ha quedado sepultado tras una maraña de promesas. Ha antepuesto los votos al bienestar general en el orden de sus prioridades y, finalmente, ha sido absorbido por la crisis que negó hasta 2009.
La perpetua sensación de falta de liderazgo en las decisiones, de la ausencia de sentido común en las políticas públicas y la instrumentalización partidista de los intereses generales han instalado la sensación de que, nuestro país, navegaba hacia la deriva, como un barco sin rumbo, ni capitán. Y bien es cierto que da igual de dónde sople el viento para aquel que no sabe a dónde va.
El mandato que los españoles han otorgado a Rajoy es claro y rotundo: España necesita un cambio, un nuevo rumbo. Es cierto, tras aglutinar la mayoría más amplia de nuestra historia, los españoles esperan certidumbre, seriedad y trabajo. Los votos quieren que el barco que es España capee el temporal y su nuevo capitán, Rajoy, lleve a buen puerto a este país tras la tempestad. Rumbo, Gobierno y destreza son tres de los ingredientes que necesitaba España; sin duda el PP los representa activamente; Mariano Rajoy los encarna. España ha votado un proyecto colectivo que se ha centrado en revitalizar las esperanzas de los españoles como nación, dirigido a una mayoría que sabe que ésta no será una tarea sencilla, ni instantánea. Como sabe el patrón que «no hay milagros» para salir de la tormenta pero sí esfuerzo y trabajo constante. Una mayoría que reconoce que es la hora precisamente de la política, pero de otra forma de hacer política. Porque los ciudadanos acudieron a votar con el convencimiento de que esta tarea no es objeto de los tecnócratas, sino de los políticos.
En definitiva, ha ganado el proyecto de compromiso colectivo que conforma el PP; España ha confiado en la concordia y en el sentido común, y ha votado mayoritariamente a Mariano Rajoy.
José Ramón Bauzá
Presidente de Baleares