Sevilla

Madrid: un reino de vulgaridad

Esta vez no había cabeza de turco a quien echar las culpas. Al menos no un nombre sonoro y rimbombante, que el expediente veterinario sí tendría mucho que decir. Si la corrida del Cortijillo lidiada ayer salta al ruedo una de las tardes de las figuras se lía la mundial.

toros_buena
toros_buenalarazon

Estuvieron los toros justitos de presentación, con caras elegidas para los amigos: estrechos de sienes y reunidos de pitones y hasta recogidos, una pintura. Después, las alegrías fueron otras, desventuras en tantos casos; apagadas las mentes en tantos otros; la creatividad en esa línea en la que lejos de sumar nos hace presa del sueño, envejece. Uno de esos días en los que uno se alegra de no haber traído al amigo y de haberlo hecho pide perdón: «no todos los días son así». Un tostón irreconciliable con los buenos ánimos a estas alturas de la feria. Suponíamos que tras el paso de las figuras por el serial, del G10, vendrían el batallón a dejarse la piel y dar el paso al frente. Quedó la cosa tibia, fría, pensativa.

El Cortijillo dio pocas opciones. Nobles, sí, manejables, también, sosos para aburrir... Pero hubo uno, el segundo, que tuvo carbón y opciones. No quiso caballo, salió suelto, acudió descompuesto en las primeras arrancadas a la muleta pero dejaba ver que en ese movimiento había esperanza. Una moneda al aire, si el talento suma, si la apuesta es sólida. Iba el toro, iba a más, y sobre todo, lo que pasaba en el ruedo llegaba a los tendidos. Milagro. Pocas veces más en la tarde volvió a ocurrir. Morenito de Aranda hizo lo mejor por naturales, y lo más rotundo la última tanda. De caer el toro con la estocada, podría haber cortado trofeo, pero no alcanzó la rotundidad ni en la faena ni con la espada y el descabello difuminó el premio. Una pena grande. El quinto de Morenito era para verlo: no podía ser más recogido de pitones y estrecho de sienes. No es toro de Madrid. No rompió el toro y tampoco la faena. Ya habíamos anunciado que la tarde tuvo un toro y salió el segundo.

A Diego Urdiales le esperábamos por su trayectoria. El primero le dejó inédito. Al borde de la invalidez, bastante hacía el toro con defenderse. Lo mejor fue el brindis a Israel Vicente. Se protestó el cuarto, por terciado, por flojo, por... Nos devoraba la tarde. ¿Qué pasa cuando no pasa nada? Poco sacó el toro, a la espera, pensándoselo y sin ninguna clase cuando acudía. Urdiales alargó más de la cuenta y se eternizó en una faena que se sabía que no iba a dejar poso. Miguel Tendero si pudo recrearse algo más fue con el sexto, que se desplazó, sin grandes calidades. La corrida no sirvió, que quede claro, tampoco sumó la faena. Ídem con el descastado tercero. Y una eternidad. Madrid era ayer un reino de vulgaridad. Ni la corrida, mal presentada, vacía por dentro, ni los espadas para superarla, ni la plaza que cerró los ojos, el corazón, el sentido a la muerte de un ganadero Luis Núñez, y su hijo, en la carretera. No hubo minuto de silencio. Y ese viaje sí que era a la eternidad.

Manzanares, Puerta de los Califas en Córdoba
Manzanares salió a hombros del coso de Los Califas en el cuarto festejo de la feria. El alicantino desorejó a sus dos adversarios después de sendas faenas templadas y rubricadas con buenas estocadas. Ponce (palmas en su lote) y Morante (silencio y ovación), ante ejemplares de Juan Pedro Domecq, que poco ayudaron al lucimiento. Lleno.

Las Ventas (Madrid). Décimosexta de San Isidro. Se lidiaron toros de El Cortijillo, muy terciados, inválido el 1º; con opciones el 2º; 3º, 4º y 5º descastados y el 6º manejable. Casi lleno. Diego Urdiales, de pizarra y oro, dos pinchazos, estocada caída (silencio); estocada, aviso (silencio). Morenito de Aranda, de azul pavo y oro, estocada, dos descabellos (saludos); media, dos descabellos (silencio). Miguel Tendero, de azul marino y oro, dos pinchazos, cuatro descabellos (silencio); pinchazo, media, dos descabellos (silencio).

Fallece el ganadero Luis Miguel Núñez
En un accidente de tráfico ocurrido en la noche del pasado miércoles, fallecieron el ganadero de «Los Derramaderos», Luis Miguel Núñez Moreno y su hijo cuando circulaban entre Los Palacios y Dos Hermanas, en la provincia de Sevilla. Según la Guardia Civil, ocurrió a las 23:40 horas, cuando se produjo una colisión múltiple, en la que un vehículo que circulaba en sentido contrario por la autovía impactó contra un camión. Inmediatamente después, otro coche colisionó por detrás contra el de los ganaderos, que fallecieron prácticamente en el acto. La misa funeral se celebrará hoy a las 10:15 horas en el tanatorio Servisa de Sevilla, para ser enterrados posteriormente en el cementerio de la localidad de San Fernando.