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Toledo
Golpe en la Cañada a los «desguaces ilegales»
La Policía detiene a 19 personas en una operación contra el robo de coches para la posterior reventa de sus piezas
MADRID- La planta de tratamiento de residuos de Valdemingómez hace las veces de frontera en el sector VI de la Cañada Real, el más duro de la vía pecuaria. Los primeros kilómetros, desde que se accede a la vía por la A-3 hasta la incineradora, son un crudo retrato de la marginación, la pobreza y la drogadicción, pero pasando la incineradora de residuos, cambia por completo el paisaje. Las edificaciones ya no están «bunkerizadas» –como en la zona donde se vende droga– y la población es, en su mayoría, de etnia gitana que vive de la chatarra y la venta ambulante. Y muchos de ellos, de robar y desguazar coches para revender los motores. En los descampados de esa zona han ardido cientos de coches o, más bien, la chapa y las piezas que no se pueden colocar en el mercado negro. Es la mejor forma de deshacerse de pruebas y huellas. El negocio es rentable y de ello llevan muchos años viviendo bastantes familias de la Cañada. La Guardia Civil y la Policía Municipal de Madrid realizaron ayer una operación conjunta contra este tipo de delincuencia que se saldó con una veintena de detenidos. La operación, coordinada por el titular del Juzgado número 47 de Plaza Castilla, Adolfo Carretero, también se desarrolló en San Martín de la Vega, Chinchón y en Toledo y comenzó sobre las 7:30 horas. Unos 200 efectivos de la Policía Municipal y del Instituto Armado, algunos a caballo, llegaron al sector VI de la Cañada Real y comenzaron a registrar decenas de parcelas, como la 127, la 131 y aledañas. En la Cañada se registraron 16 viviendas, según fuentes policiales.
La mayoría de los 19 detenidos son de origen gitano y de nacionalidades española y rumana. La Policía se incautó además de varios vehículos de lujo, motores arrancados de los mismos, otras piezas, así como los mandos electrónicos para abrir los coches.
La Delegación del Gobierno en Madrid se felicitó ayer por esta operación que, según precisaron, forma parte de las iniciativas puestas en marcha por esta institución para mejorar la seguridad ciudadana en la Cañada Real Galiana, que incluye una zona chabolista con un alto índice de delincuencia (el sector VI).
La última operación de este tipo se produjo hace un año. La Policía Nacional detuvo a 17 personas, entre ellas varios familiares de «El Rafita», en el marco de la llamada «operación Ceniza». El propio delincuente también estaba implicado en esta operación, pero no fue detenido hasta medio año más tarde. Y es que la familia Fernández-García vive de este negocio. De hecho, la mayoría de las veces que han detenido a «El Rafita» ha sido robando coches. Unos sustraen los vehículos –al descuido o robo con fuerza– y los llevan a la Cañada. Allí, los más expertos desguazan el vehículo y colocan las piezas. A muchos motores les dan salida en Marruecos y otras piezas las colocan por Madrid. Desde principios de año se han llevado a cabo en la Cañada Real once grandes operaciones contra clanes de la droga y contra bandas dedicadas a diversas actividades delictivas y han sido arrestadas 90 personas.
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