Las Vegas es una ciudad nacida en un paraje nada parecido a una vega frondosa. Valdebebas, es un territorio con notable vegetación y un gran parque forestal. Valdebebas de Madrid puede ser como Las Vegas del estado de Nevada. Un inversor multimillonario busca suelo y quizá lo encuentre entre los distritos de Hortaleza y Fuencarral para crear una auténtica ciudad del ocio, el juego, la diversión y el glamour, donde se puedan celebrar bodas al estilo Elvis Presley, ostentar lujo, hacer girar la ruleta y correr apuestas; un paisaje de neón, despilfarro, lentejuelas y coches del museo de la ilusión.

Para crear Las Vegas de Valdebebas, un magnate americano tendrá que hacer inversiones supermillonarias y después tendrá que producirse el milagro de que la sementera de los dólares se traduzca en una buena cosecha de beneficios en un país al borde del rescate, a no ser que la inversión se estime a largo plazo y, durante el tiempo de ejecución del proyecto, se diluya la crisis. Se construiría sobre una superficie originalmente destinada al Campus de la Justicia, que se quedó en un quiero y no puedo por culpa de la crisis, cuyo suelo tendría que cambiar ahora su calificación de «judicial» por la de «juego y apuestas». El promotor de esta ciudad del juego y el ocio, que invertiría más de 16.000 millones de euros, exige una serie de condiciones ambientales y urbanísticas. De momento, la Comunidad y el Gobierno de España le han puesto buena cara. Se crearían 50.000 puestos de trabajo directos y otros 200.000 indirectos. Casi nada en tiempo de crisis. ¡Hagan juego, señores!, y apuesten por Mr. Marshall 2011.