«El Cuco» con un pie en la calle

Las sentencias de la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla y del juzgado de Menores 3 –en cuyas argumentaciones los magistrados exponen que no disponen de medios para más con la actual legislación– dejan la misma sensación: que nos pillen confesados, ante la máxima de «in dubio, pro reo».

La Audiencia confirmó la sentencia del juez de Menores, Alejandro Vian, en relación a Francisco Javier García Marín, alias «El Cuco», menor cuando sucedieron los hechos. «El Cuco», en un fallo firme, apenas pasará unos meses privado de libertad tras ser absuelto de dos delitos de violación y uno de asesinato y condenado a dos años y once meses (más otro de libertad vigilada) por encubrimiento. Ya pasó 27 meses recluido de forma preventiva en varios centros de internamiento (nueve de ellos) y en una casa tutelada, una pena que se le debe restar –está por ver cómo computa el tiempo en cada institución– de la pena total. La revisión de la pena sólo varía en que la Audiencia condena a «El Cuco» a afrontar el pago, junto con sus padres, de la búsqueda en el Guadalquivir a las distintas administraciones, cifrado en 414.910 euros, ya que él mismo dijo que tiraron el cuerpo al río.

En la sentencia, a la que tuvo acceso LA RAZÓN, se expone que «no ha quedado debidamente acreditado o probado que el menor acusado penetrara vaginalmente a Marta ni que ayudara a otra persona mayor de edad a que ésta penetrara vaginalmente a Marta e igualmente tampoco ha quedado debidamente acreditado o probado que el menor acusado participara en la muerte».

Los magistrados explican en el fallo que no poder juzgar a los adultos y al menor juntos crea «una serie de disfunciones, no sólo a la hora de llevar a efecto la labor de investigación policial y judicial, como puso de manifiesto la sentencia apelada, sino también a la hora de la valoración de la prueba», añaden, apostillando que «la doble legislación comporta un derroche de energía y esfuerzo en sedes policial y judicial que no se ve compensado por ventaja alguna».

El testimonio de Miguel Carcaño, de 17 de marzo, en el que involucra a «El Cuco» en la violación y asesinato de Marta no es considerado por la Audiencia como «prueba documental» como pedían el Ministerio Público y la acusación particular. «Es un testimonio documentado prestado por un coimputado en fase instructora ante el juzgado de mayores» de «nula credibilidad». Como coimputado, recuerda la Audiencia, Miguel «no tiene obligación de decir la verdad». Aparte, «no estuvo presente ni se le citó por no ser parte en el procedimiento la defensa del menor acusado, quien, por tanto, ninguna pregunta pudo realizar». Como en el juicio no se llamó a declarar al asesino confeso de Marta del Castillo, tampoco la defensa de «El Cuco» pudo preguntarle.

Implicación «por venganza»
La Sección Tercera no otorga credibilidad a las versiones de Carcaño y tiene en cuenta que éste «mete al menor en los hechos porque [«El Cuco»] ha metido a su hermano». La Audiencia considera que la limpieza del piso no acabó con restos dejados por Carcaño, por lo que hay que entender que «El Cuco» no aparece en la escena del crimen hasta después del asesinato y la violación.

La familia de Marta, a través del abuelo, José Antonio Casanueva, se mostró ayer «decepcionada» ante la absolución del joven, cree que «todo está perdido» de cara al juicio de los adultos y ve en la indemnización por la búsqueda en el río –«que no pagarán porque son insolventes»– «un intento de taparnos la boca».

El coleccionista de cuchillos
«El Cuco» mostraba en Tuenti sus cuchillos. Su infancia estuvo marcada por la convivencia con las parejas de su madre. El que le crió, guardia civil, se fue al sospechar lo que el ADN demostró: que no era su padre. Javier bebe desde los 11 años y fuma porros. Mal estudiante, pensaba abandonar. A veces iba al colegio en el coche de su madre. Se centraba en Miguel y Samuel, sus «primos». Se ha desarrollado y, en su juicio, tenía el pelo largo. Ha estudiado un módulo de FP para ayudar a enfermos mayores. En unos meses, estará libre y sin antecedentes.

Tres versiones de un caso
LA ACUSACIÓN
Asesinato y violación
- Autor del crimen. Para la acusación, que representa a los padres de la joven asesinada, «El Cuco» es, junto con Miguel Carcaño, uno de los responsables de su muerte. Además, alude a la segunda versión de Carcaño, en la que aseguró que él y el menor violaron a Marta.

LA DEFENSA
Niega los hechos
- Libre absolución. Es la petición de la defensa. El joven, que tenía 15 años cuando sucedieron los hechos, sostiene que en la noche del crimen estuvo de «botellón» y que en ningún momento pasó por el piso de la calle León XIII. Asegura que confesó bajo presión.

LA SENTENCIA
Libre con una multa
- El juez absuelve al joven de los delitos de violación y asesinato por falta de pruebas, al no haberse hallado el cadáver. En cambio, lo condena por encubrimiento, delito por el que ya ha cumplido su pena. También deberá pagar 414.908 euros por la búsqueda del cuerpo en el Guadalquivir.