Oriol Pujol
Puig sostiene que el 27-M ya se vio la agresividad de los indignados
Indignados con los «indignados» expresaban ayer, a través de las redes sociales, que la actitud violenta de algunos había dibujado una imagen «más respetable» de los políticos. Algo parecido le pasó a Felip Puig.
El conseller de Interior se vio fortalecido por la reacción de los manifestantes, después de las críticas que recibió por la carga policial contra los acampados en la plaza Cataluña la víspera de la Champions League. Una de las primeras declaraciones que hizo al bajarse del helicóptero, que por la mañana lo trasladó al Parlament, fue: «Pues sí, debo ser el único que ha entendido lo que sucedió el 27-M, ¿no?».
PP y PSC cerraron filas con el Govern y avalaron el uso de la fuerza en caso de ser necesario. Aunque ayer, los partidos políticos sellaran un pacto de silencio y se negaran a valorar el dispositivo policial, hubo quien se desahogó en «twitter». Como Jordi Cañas, de C's, que escribió que «es intolerable el operativo diseñado por Puig, enviando a los diputados a un linchamiento colectivo».
No se precisaron cargas
El comportamiento de los «indignados», que utilizaron «la fuerza, la violencia y las amenazas» para impedir a los diputados acceder al Parlament, delito castigado con penas de tres a cinco años de prisión, dieron margen de maniobra a Puig. Artur Mas, después de denunciar que los «indignados» traspasaron «la línea roja con su violencia clara y descarada», advirtió a mediodía que la Policía podría hacer «uso legítimo de la fuerza» si las protestas impidieran a los diputados salir de la Ciutadella. Durante unas cuatro horas, los «indignados» no dejaron entrar ni salir a nadie del Parlament. El furgón que llevaba el pan para el bar de la cámara catalana entró custodiado por los Mossos, aunque, como nadie podía salir a comer a otro lado, los bocadillos se acabaron a las 14.00 horas.
Finalmente, después de varias horas de asentamiento frente al parque de la Ciutadella, los «indignados» organizaron una asamblea para decidir qué hacer. El grueso optó por trasladar la protesta a la plaza Sant Jaume, delante de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona. Pero un reducto de radicales se quedó haciendo guardia frente al Parlament. En Sant Jaume, se lanzaron lemas como «Mucha policía, poca diversión» y oyeron protestas contra los recortes decretados por el Govern. La manifestación finalizó sin incidentes.
La jornada de ayer demostró que el movimiento del 15-M cada vez está más dividido. Los grupos antisistema que se quedaron merodeando por los alrededores de la Ciutadella no repitieron el espectáculo de la mañana y dejaron salir a los diputados, sobre las nueve de la noche, cuando finalizó la sesión plenaria. No hicieron falta cargas policiales, aunque Mas y Puig se hubiera curado en salud y los grupos parlamentarios hubieran dado su apoyo. El pleno se retomará hoy con la sesión de control, una hora antes de lo habitual, a las nueve de la mañana. Las fuerzas del orden custodiaron toda la noche el recinto de la Ciutadella.
«¿Y a ti, por qué te han cogido?»
Para poder acceder al Parlament muchos diputados fueron trasladados por furgones blindados, después de intentar entrar a pie, como Marina Geli, o en coche, como Joan Laporta, que llegó a las 9.40 horas con su Lexus, pero no entró en el Parlament hasta las 11.00 horas en furgón. El último furgón con diputados en llegar fue el de Laporta, Oriol Pujol, Albert Rivera y Llanos de Luna, entre otros. Pujol se lo tomó con humor y para destensar la situación preguntó a Rivera «¿Y a ti por qué te han cogido?».
✕
Accede a tu cuenta para comentar