Huelva
Isabel Pantoja: embargada hasta la peineta
Si en un día no paga la fianza de 3,6 millones de euros que le exige el juez de la «Operación Malaya», podría ver confiscados todos los bienes salvo los muebles, la ropa y el material de trabajo, como las batas de cola
«Así es la vida». Y así se la ha jugado el amor, debería apostillar Isabel Pantoja al título del musical que repasa su trayectoria y con el que recorre España. Mientras la tonadillera demuestra su arte sobre los escenarios de la mano de José Luis Moreno, en los juzgados se juega su libertad y el destino del dinero que recauda en cada una de sus actuaciones. La próxima la tiene el viernes en Huelva y tendrá que echarle más valor y coraje para salir al escenario si no logra reunir los 3,6 millones de euros de fianza que le ha impuesto el juez en el caso de blanqueo de capitales en el que está imputada junto a su ex pareja Julián Muñoz y, la ex esposa de éste, Maite Zaldívar.
Según el auto decretado por el magistrado Sergio Ruiz, la cantante tiene un día para presentar su fianza que «asegura las responsabilidades pecuniarias» que pudieran imponerle; con el apercibimiento de que, de no hacerlo, «se le embargarán bienes en cantidad suficiente para asegurar la suma señalada», explica el documento. Éste es el primer paso que ha dado el Juzgado número 5 de Marbella al decretar la apertura del juicio oral. En total, el magistrado na exigido unos 19,5 millones para los diez acusados en este capítulo de la «Operación Malaya».
Pero, ¿qué ocurrirá si la artista no lograr reunir la cantidad exigida para la fianza? ¿Iría a la cárcel? «No ingresaría en prisión en caso de no atender el requerimiento de depositar la fianza. Para el caso de que no depositase, o de otro modo garantizase, la fianza impuesta, el juez sólo puede adoptar medidas civiles, consistentes en la traba de los bienes hasta el límite de la fianza», explica Pilar Zamorano, del despacho LTU Abogados. De esta manera le serían embargadas las propiedades hasta llegar a esos 3,7 millones. No obstante, la ley preveé que Isabel, como cualquier otro ciudadano, se quede en la indigencia o en una situación comprometida, por lo que hay excepciones. «Entre estos bienes inembargables se encuentran, a título de ejemplo, los enseres personales, el mobiliario, los artículos de menaje, la ropa del ejecutado y su familia, así como aquellos objetos imprescindibles para que el ejecutado y las personas de él dependientes puedan atender con razonable dignidad a su subsistencia», señala la letrada. En este bloque se incluirían también «los instrumentos necesarios para el ejercicio de la profesión», que en el caso de la Pantoja abarcaría elementos tales como las batas de cola, las peinetas...
Sin opciones
El caso de blanqueo de capitales en el que aparece el nombre de Pantoja forma parte del macrojuicio que ha comenzado esta semana; sin embargo, el juez decidió, en febrero de este año, separarlo de la causa y juzgar este delito por separado. Asimismo, ha acordado citar a los diez acusados de esta causa para que comparezcan en la Audiencia Provincial de Málaga para notificarles su resolución, que en el caso de Pantoja será el próximo 14 de octubre, un día después del fijado para el que fuera su pareja.
Una de las características de esta nueva resolución es que no da opción a la tonadillera, ya que no se acepta recurso alguno, porque la que fuera esposa de Paquirri ya presentó uno el pasado mes de junio y el juez lo rechazó.
Tres años y medio es la pena que solicita la Fiscalía Anticorrupción a la intérprete de «Marinero de luces» que, durante su relación con el ex alcalde de Marbella, pudo utilizarla para dar salida a los fondos que presuntamente habría obtenido del Ayuntamiento que dirigía. Según el auto que recusó la cantante en marzo, el juez Óscar Pérez indicó «que su actividad profesional no justifica la capacidad económica para las inversiones que había realizado». Entre los movimientos que ponen en entredicho la legalidad de las operaciones económicas de Pantoja destacan tres: la compra del apartamento 105 del Hotel Guadalpín, pago que se realizó en efectivo, la adquisición del chalé «Mi gitana» por más de tres millones de euros, cuando sus empresas presentaban pérdidas, y los numerosos ingresos en efectivo que realizó en diversas cuentas bancarias a lo largo de su romance con Cachuli. Entre las propiedades inmobiliarias de la s que tendría que desprenderse en caso de embargo destaca su casa de La Moraleja y la finca Cantora. En la declaración que la artista realizó ante el juez en mayo de 2007, aseguró que ella sólo se ha dedicado a cantar y no ha estado encima de la gestión del negocio. Ésta es una de las claves para lograr su inocencia, ya que negar que conocía la procedencia ilícita del dinero la salvaría. «El conocimie nto del origen ilícito de los fondos es el elemento que permite afirmar que el comportamiento es doloso o intencional, sin el cual los hechos que se enjuician no serían constitutivos de delito. No es un elemento de agravación, sino un elemento esencial del delito», subrayan desde LTU Abogados que insisten en que «el argumento mantenido por la señora Pantoja como fórmula de defensa no conlleva la atenuación de la pena, sino que, de ser acogido, conllevaría su libre absolución».
En el caso de que tanto Isabel como Maite fueran condenadas y se vieran obligadas a pasar una temporada entre rejas, será complicado que los «paparazzi» logren una imagen impagable: las dos ex del galán marbellí entrando en el mismo centro penitenciario. «No parece probable, aunque legalmente no fuera imposible. Teniendo en cuenta que en este ámbito rige una amplia discrecionalidad de los órganos competentes y dada la trascendencia mediática de Zaldívar y Pantoja, así como de sus recíprocas diatribas, no cabe prever esta posibilidad», comenta Pilar Zamorano. En cualquier caso, la decisión no estaría en manos del juez, sino de Instituciones Penitenciarias.
Familia implicada
El panorama, pues, no es muy optimista, como tampoco lo es el de su ex pareja, Julián Muñoz, para el que la Fiscalía Anticorrupción solicita siete años y medio de cárcel y una multa de casi 7,5 millones de euros. Para su ex mujer, Maite Zaldívar, acusada también de delito continuado de blanqueo, la multa asciende a 2,6 millones, por decisión judicial. Las fianzas de Muñoz, Pantoja y Zaldívar son, por este orden, las mayores impuestas a los acusados de este caso, a las que siguen las de Jesús Zaldívar y Fernando de Salinas, que con acusaciones de presunto delito continuado de blanqueo, deben hacer frente a una fianza de 1.780.000 euros cada uno. La Audiencia Provincial de Málaga deberá conocer y fallar sobre esta causa, según fija el auto, contra el que no cabe recurso excepto en la situación personal de los acusados, y que precisa que Teresa Zaldívar, la hija mayor de Julián y Maite, debe comparecer en el juzgado el 13 de octubre.
Pero de ahí a que el caso se dé por cerrado todavía queda un largo trecho. Así, sopesando los enormes retrasos que acumulan los Juzgados de lo Penal, la sentencia podría estar lista en unos ocho meses.
Separados por el desamor, unidos por el banquillo
Julián y Maite fueron los dueños de Marbella. Él era el alcalde de uno de los municipios más prósperos de España y ella su reina consorte, hasta que llegó Isabel Pantoja y le quitó ese estatus y a su marido. Comenzó la guerra entre Zaldívar y Muñoz. La televisión se convirtió en el ring de lucha, y las declaraciones de la ex esposa de Cachuli no dejaron de sucederse. Las bolsas de basura con las que, según Zaldívar, el ex alcalde del municipio malagueño sacaba el dinero de la casa que compartían fue una de las confesiones más sorprendentes. Pero ahora se tendrán que volver a ver las caras en los juzgados para defender su inocencia.
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