La mayoría de miembros del equipo de Márquez son españoles y todos entienden y hablan el castellano, pero se comunican en inglés con su piloto durante las carreras. Marc está superando de forma espectacular las previsiones más optimistas, pero no deja de ser un joven que está en periodo de aprendizaje, y éste no sólo se limita a lo que tiene que ver con la moto o la forma en la que se debe trazar cada curva: «Cuando suba a MotoGP será fundamental su dominio del inglés y por eso decidimos que debíamos utilizarlo desde ya para que le sirva en el futuro», aseguraba Santi Hernández, su director técnico, al programa «Paddock GP».

Ya sea en inglés o en castellano, Márquez va de exhibición en exhibición, como la que ofreció ayer en Motorland. El catalán se paseó literalmente en los entrenamientos oficiales dando una lección de superioridad pocas veces vista. Dejó a más de medio segundo a Simón, que fue segundo, mientras que Bradl, su máximo enemigo, alcanzaba el cuarto lugar a siete décimas. El líder del Mundial de Moto2 sigue siendo el alemán, pero el jefe absoluto es Marc, que hoy amenaza con dar otro buen mordisco a su desventaja en la general. Si sigue a este nivel, el título está a su alcance y el ascenso a MotoGP con un buena moto.

Sus buenas sensaciones son exactamente las opuestas a las que desprendió Jorge Lorenzo, el otro español embarcado en una remontada hacia el título. La misión del mallorquín parece más complicada después de su mal día en Aragón, donde sufrió más que el año pasado. Nunca pudo encontrar el agarre ideal en el neumático trasero y sudó para agarrarse al cuarto lugar. «Lo máximo a lo que aspiro será al tercer puesto», decía Jorge, incapaz de acercarse al ritmo infernal de Stoner. El australiano se apuntó la «pole» en un circuito en el que la superioridad de Honda es evidente y sólo Pedrosa parece capaz de negarle hoy el triunfo. Si, como parece, Casey es capaz de aumentar sus 35 puntos de ventaja, el título puede convertirse en un imposible para Lorenzo.

La revancha de Elena Rosell
Elena Rosell entrará hoy en la historia al convertirse en la primera piloto española que participa en una carrera del Mundial de motociclismo. Después de su improvisado intento de debut en Assen, donde la lluvia y una mancha de aceite la dejaron sin poder estar en la salida, la valenciana se tomará la revancha en Alcañiz. Marcó el tiempo más lento en Moto2, pero fue suficiente para tener derecho a formar parte de la parrilla. La piloto del equipo Aspar no estaba del todo satisfecha, pero sí contenta por haber sido capaz de mejorar sus registros según avanzaban los entrenamientos. Elena se fue de Holanda con lágrimas en los ojos, pero hoy, con más kilómetros y experiencia sobre su Moto2, intentará acabar la carrera y cumplir un sueño.