Londres
Cars 2 explora mundo
Una película diferente. De mano de los famosos coches los espectadores pueden recorrer mundo. Eso es lo que lo hace tan divertido.
«Además, ‘Cars 2’ tiene más planos de masas, más efectos especiales, más personajes», explica la productora Denise Ream. «Es un proyecto enorme. Tuvimos la suerte de contar con Charley Jessup, un veterano del diseño de producción, que supervisó un departamento artístico repleto de talento cuyo trabajo en el diseño superó todas las nuestras expectativas».
Los artistas y narradores de Pixar se pusieron manos a la obra. El primer paso fue investigar y a este equipo le apasiona investigar, sobre todo cuando eso significa viajar a exóticas localizaciones en el extranjero y empaparse lo más posible de la cultura local. Exploraron ciudades de Europa y Japón para contrastar los detalles del argumento y para asegurar que el aspecto y el estilo de los escenarios internacionales fueran lo más auténticos posible.
Europa
En mayo de 2009, varios miembros del equipo de producción de «Cars 2» hicieron un intenso tour por Europa visitando todas las ciudades que pudieron, incluyendo una visita de dos días a Londres.
La visita incluía paradas en Scotland Yard, el Parlamento, el Big Ben, la Abadía de Westminster y la Noria del Milenio. Pero Jay Shuster, director artístico de personajes, también pasó mucho tiempo recorriendo las calles.
Los artistas se divirtieron muchísimo car-eizando los monumentos de cada una de las ciudades que se representa en la película. Jessup afirma: «Utilizamos maquetas y motivos de coches de finales del XIX y principios del XX, y utilizamos esas características para decorar los monumentos y los símbolos de cada ciudad». Hacía tiempo que la imaginación de Lasseter había situado a Mate en París. «¿Cómo maniobraría Mate en la enorme plaza del Arco del Triunfo?», se pregunta «No hay señales ni carriles».
La película ofrece un montaje de París que incluye un plano del famoso monumento, con Mate intentando incorporarse al tráfico. Al igual que en Londres, el equipo de producción car-eizó el Arco de Triunfo de París diseñando la parte superior en forma de bloque de motor y colocando faros en la parte de delante. El montaje también incluye una pareja de coches besándose en un puente romántico que se parece al Pont des Arts, un lugar que Lasseter y su mujer Nancy visitan cada vez que van a la Ciudad del Amor. De hecho, Lasseter quiso que el «coche femenino» fuera color lavanda, el favorito de su mujer.
Durante la producción, el equipo de «Cars 2» también se aventuró en los concesionarios de coches de los Campos Elíseos y visitó el Museo del Grand Palais y el Louvre. Vieron la Ópera de la Bastilla y el Museo de Orsay y les encantó incorporar Les Halles en la película. El antiguo mercado de alimentos se derribó en los años setenta pero en «Cars 2» ha resucitado transformándose en un mercado de recambios de automóvil. Jessup afirma: «Acabó siendo un lugar tremendamente evocador, una estructura enorme de hierro forjado lo suficientemente grande para que los coches pudieran correr. Además hay un mercado gitano dentro que están maravillosamente bien texturizado».
Para desarrollar la ciudad costera ficticia de Porto Corsa, Italia, el equipo de producción de «Cars 2» visitó localizaciones en la costa de Italia y de Francia. Fueron de Portofino, Italia a Niza, Francia, y también asistieron a la carrera de Fórmula Uno en Mónaco. Portofino fue una de las fuentes de inspiración para recrear Porto Corsa. Jessup afirma: «En la Riviera italiana los tejados son de terracota, los edificios están pintados con colores vivos. Las callejuelas de adoquines están repletas de vegetación mediterránea, sin olvidar el agua color turquesa». El equipo quiso recrear este estilo tan peculiar en su ciudad de Porto Corsa así que incorporaron la arquitectura típica de la Riviera francesa en un escenario al estilo Portofino.
Tokio
La aventura transoceánica de «Cars 2» se inicia en Japón. A los realizadores les entusiasmaba la idea de reproducir los brillantes colores que iluminan la noche de Tokio. «Los carteles del distrito de Ginza y la riqueza de los colores eran extraordinarios», dice Jessup.
Tanto Lasseter como Lewis han visitado mucha veces Japón así que les entusiasmaba la idea de llevar coches a Tokio. «Pensamos que si los pilotos iban Tokio, se verían expuestos a una cultura muy diferente», dice Lewis. «Rayo McQueen y Mate tienen que vivir situaciones muy dramáticas. Rayo no tiene problema con las luces y la atención internacional, pero esto es algo totalmente nuevo para Mate. Le da la impresión de que no encaja».
Durante el tiempo que estuvo en Tokio, el equipo de producción recorrió el circuito urbano de carreras que se reproduce en la película. Se parece a la carrera de Fórmula Uno que se celebra de noche en un circuito urbano de Singapur y Lasseter y Lewis vieron el material de la carrera para utilizarla como referencia. Lewis afirma: «Durante la carrera, se ven esas brillantes luces halógenas blancas en toda la pista. Es fantástico. John y yo pensamos que si podíamos recrear los neones de Tokio y convertirlos en una carrera nocturna con esas luces halógenas blancas tan brillantes, sería una magnífica forma de iniciar la película. Ese centro high-tech iluminado con neones contrasta muchísimo con Radiator Springs, la quintaesencia de la cultura norteamericana».