Estados Unidos
Ahmadineyad reitera sus amenazas: «Los sionistas desaparecerán»
Segundo día y segundo baño de multitudes del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, en el Líbano. Ayer, apenas a cuatro kilómetros de distancia del territorio de su enemigo Israel, en la localidad fronteriza de Bint Jbeil, el líder persa participó en un mitin ante cerca de cuatro mil acérrimos fanáticos libaneses, llegados en autobús desde distintas partes del país, a los que dio las palabras que esperaban: «Los sionistas son enemigos de la humanidad y no tendrán más opción que rendirse. Palestina será liberada por la fuerza de la fe», volvió a amenazar.
Los carteles en Bint Jbeil, una de las localidades más castigadas durante la Segunda Guerra del Líbano en 2006 y reconstruida gracias al dinero iraní, hacían mención a su benefactor, «protector de la resistencia», calificaban los pasquines a Ahmadineyad. A la entrada un cartel gigante daba la bienvenida al persa en árabe y en farsi, el idioma persa.
Tanto Estados Unidos como Israel han considerado la visita del líder iraní a este municipio fronterizo como una provocación intencionada.
Pero Ahmadineyad, que rechazó el panel antibalas, quería sentir el calor de sus apadrinados en la franja mediterránea elogió a Hizbolá y a su bastión del sur del país como el «principal escudo del Líbano».
«Los sionistas querían destruir este pueblo, pero se mantuvo fuerte ante los ocupantes. El mundo debe saber que los sionistas son letales... hoy, la nación libanesa está viva y es un modelo para las regiones de la nación», dijo el iraní, que no desaprovechó la ocasión para seguir con sus amenazas sobre el futuro de Israel: «El mundo entero debe saber que los sionistas desaparecerán finalmente y Bint Jbeil permanecerá viva», recogía el prestigioso diario israelí «Haaretz».
Invitado por Hizbulá
«Sois los héroes que salvaguardáis la soberanía de Líbano», les dijo a la multitud de simpatizantes asistentes. Y volvió a referirse al país del cedro como un todo, sin hacer distinción entre el grupo-milicia Hizbulá, que controla partes del sur, y el Gobierno apoyado por Occidente: «Todo el pueblo de Líbano, miembros de varias religiones y facciones, luchan la misma campaña contra enemigos aterrados por la resistencia y unidad del país», señaló.
Ahmadineyad ha sido invitado al Líbano por el líder de Hizbulá, Hasan Nasralá, aunque también se reunió con el presidente, Michel Suleiman, y el primer ministro, Saad Hariri. El iraní dijo el martes al Gobierno del Líbano que Irán le apoyaría en una confrontación frente a lo que denomina «la hostilidad israelí».
Tras el mitin de Bint Jbeil estaba previsto que el líder persa se trasladara en helicóptero hasta Kfar Kana, una de las ciudades más damnificadas en la guerra, antes de volver a Beirut, para volver a reunirse con el presidente del país, Michael Suleiman, para cerrar su primera, y provocadora, visita oficial a Líbano.
El «pacifismo» del programa nuclear iraní
Además de amenazar a los judíos, predicar el «pacifismo» del programa nuclear iraní es el otro tema favorito de Ahmadineyad. Durante el discurso de aceptación del doctorado honoris causa en una universidad libanesa, dijo que la energía nuclear puede «beneficiar a la humanidad» al utilizarse en 16 campos diferentes, como la medicina, la industria y la agricultura. «¿Pero qué hace EE UU con ella?», se preguntó. «Hacen una bomba nuclear y a la vez evitan esta posibilidad a otras naciones», añadió. «Si Líbano tuviera centrales nucleares, la energía costaría una séptima parte. Pero necesitamos la aprobación de Occidente, que quiere el monopolio».