Deporte tras el infarto

«Lo que he ganado ha sido confianza en mí mismo» explica Manuel Sánchez, uno de los pacientes que ha pasado por el programa. Manuel ha sufrido dos episodios, un infarto y una angina de pecho, y asegura que, «donde más ayuda he necesitado ha sido en lo psicológico». Este paciente acostumbrado a hacer deporte desde siempre, no se explicaba el porqué de su segundo episodio cardiovascular, de ahí su desconfianza a salir a la calle.

El programa tiene una duración de ocho semanas, y los pacientes cuentan con la ayuda de siete especialistas que cubren las necesidades del paciente, desde el fisioterapeuta, al médico deportivo, pasando por el cardiólogo, el psicólogo, el nutricionista... «Está demostrado que el ejercicio físico, supervisado y adecuado a cada patología mejora significativamente la capacidad funcional, lo que afecta positivamente a la calidad de vida» explica Mª Jesús Nuñez, del Área de Medicina del deporte de Reebok Sports Club.

Se basa en un programa que tiene lugar en los exclusivos centros Reebook Sports Club de Madrid (Centro Comercial ABC Serrano y La Finca en Pozuelo de Alarcón) en el que se aplica el uso de varias disciplinas. El objetivo que se persigue es «ayudar a todas las personas que hayan padecido una enfermedad cardíaca a su reintegración completa a la vida social y laboral» comenta Miguel Angel Arnés. «Además, -continua-ayudamos a prevenir futuras dolencias a aquellas personas que no tienen enfermedad pero sí factores de riesgo cardiovascular».

Cada paciente recibirá un «traje a medida», es decir un programa que variará dependiendo de cada persona. Nada más llegar al centro el paciente se someterá a dos pruebas: un control cardiovascular y un control de gases. Tras pasar las ocho semanas de programa «las mejoras son muy visibles» explica Mª Jesús Nuñez, «a muchos les cambia la vida» finaliza.

El programa no es incompatible con las medidas recomendadas por el cardiólogo del hospital, sino que dicho tratamiento es complementario con el programa, de hecho ambos especialistas están en continuo contacto. «El ejercicio es una medicación más» explica Nuñez.