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Europa y los países árabes aíslan al régimen de Asad

La retirada de los embajadores endurece la presión internacional, mientras Rusia escenifica su férreo apoyo en una visita a Damasco

Europa y los países árabes aíslan al régimen de Asad
Europa y los países árabes aíslan al régimen de Asadlarazon

Miles de personas y globos rojos, blancos y azules recibían ayer en Damasco al ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, que llegaba a Siria sólo pocos días después de que Moscú salvara al régimen de Bachar al Asad de una condena internacional en el Consejo de Seguridad de la ONU. «¡Gracias, Rusia!», se podía leer en algunos carteles, aunque la multitudinaria manifestación buscaba sobre todo mostrar el apoyo del que aún goza supuestamente el presidente. Además de los más fieles a Asad y de sus «juventudes», que animaban la marcha con canciones y eslóganes rimados contra los enemigos, la mayoría de aquellos que llenaban una de las principales avenidas de Damasco eran estudiantes, a los que se les permitió faltar a clase, y empleados estatales, que fueron llevados en autobús a cumplir con su deber.

«Rusia está de nuestra parte y, sobre todo, de parte de la verdad», aseguraba un joven universitario procedente de Tartus, donde Moscú tiene una base militar desde los tiempos del padre de Bachar, Hafez Al Asad, durante la Guerra Fría.

Una relación histórica
«Siria es la puerta de salida de Rusia al Mediterráneo, y Moscú no puede permitir que se cierre esa puerta», explica un periodista sirio conocedor del régimen que prefiere permanecer en el anonimato. Además de la histórica amistad entre los dos países, que comenzó cuando ambos estaban en la órbita comunista, las relaciones económicas son muy importantes. Hace pocos días ambos países firmaron acuerdos turísticos por valor de cientos de millones de dólares, según el periodista consultado por LA RAZÓN. Y no es ningún secreto que Rusia es el principal vendedor de armas a Siria. «Rusia jamás va a dejar de suministrar armas a Siria, incluso si no hay dinero para pagarlas. Ya lo hicieron en el pasado, cuando Damasco estaba sometido a sanciones». Pero el respaldo de Rusia a Asad no es una cuestión sólo de dinero, sino que incluye muchos otros intereses, y va más allá del conflicto sirio. «Éste es el comienzo del fin de la hegemonía de Estados Unidos en el mundo», explica el veterano periodista, que asegura que Siria cuenta con el apoyo de un bloque oriental que incluye a China, India e Irán, frente a los países occidentales. Un escenario de Guerra Fría, a la que los sirios de a pie están acostumbrados después de décadas de propaganda que les ha enseñado de qué parte tienen que estar y, sobre todo, su importancia geoestratégica, que tanto quienes están a favor de Asad como quienes se oponen a él reconocen y tratan de explotar.

Mientras Rusia escenificaba su apoyo al régimen, los embajadores de Francia, Alemania, Italia, Bélgica y Países Bajos anunciaban ayer en bloque su retirada de la capital siria después de que el día anterior lo hicieran Estados Unidos y Reino Unido. También el Ministerio de Asuntos Exteriores español llamaba a consultas a su embajador en Siria, Julio Albi, ante «la situación de inseguridad que vive este país y el agravamiento de la represión contra la población civil, informa el Ministerio de Exteriores.

También los países árabes del Golfo Pérsico (Arabia Saudí, Qatar, Omán, Kuwait, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos) han decidido retirar a sus representantes diplomáticos de Siria.
Después del fracaso de la Liga Árabe, de la ONU y la ruptura con Occidente, Rusia buscaba ayer una tercera vía para salir del conflicto sirio. Tras reunirse con Asad, Lavrov aseguraba que el «rais» está comprometido con el fin de la violencia y dispuesto a dialogar con sus oponentes, once meses después del comienzo de las revueltas. Según el periodista sirio, Lavrov vino a Damasco para convencer a la oposición de que negocie con el Gobierno de Asad, algo que ésta rechaza tras toda la sangre vertida y que el presidente ya ha prometido anteriormente sin llevar a cabo pasos concretos en ese sentido.

Asimismo, Asad habría prometido a los rusos fijar pronto una fecha para el referéndum de una nueva Constitución, que ya había anunciado. Acompañando a Lavrov también viajaba el jefe de los servicios secretos exteriores rusos, Mijail Fradkov, demostrando que las operaciones rusas sobre el terreno no son sólo diplomáticas. El periodista consultado por este diario muestra convencido de que EE UU y la CIA ya están llevando a cabo una «guerra sucia» en Siria, entrenando y armando a los miembros de los grupos rebeldes. Según él, Occidente y en concreto Estados Unidos, se están equivocando en Siria, porque «al régimen sirio no se le puede derrocar fácilmente como a Sadam Husein en Irak, a Hosni Mubarak en Egipto o al coronel Gadafi en Libia». El régimen parece sólido, al menos en la capital, pero existe un disenso silencioso que emerge discretamente. Un hombre, preguntado por LA RAZÓN acerca de la visita de Lavrov, escribía en la pantalla de su móvil «¡Abajo el régimen!».


Margallo convoca al embajador sirio en España
El Gobierno decidió ayer llamar a consultas al embajador en Damasco, Julio Albi, a causa del «incremento de la represión contra la población civil en los últimos días», especialmente en la ciudad de Homs, pero también por el acoso al que se ha sometido al pueblo sirio desde que comenzaron las revueltas y la intolerable falta de respeto a los derechos humanos. Albi llegará hoy a España para reunirse con el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo. El ministro ya convocó ayer, de manera urgente, al embajador sirio en Madrid, Hussam Edin Aala, para transmitirle en persona «la condena por las actuaciones de las Fuerzas Armadas y de Seguridad sirias». Exteriores condenó públicamente el ataque del viernes en Homs, una actuación violenta del «Ejército sirio que había alcanzado niveles insoportables». Informa E. S. Sieteiglesias.