Hogar
Así es el truco casero para limpiar cristales con una patata
Algunos alimentos pueden tener más de una utilizad gracias a sus propiedades
Limpiar el hogar puede ser uno de los momentos más odiados para muchos. Hay quien, incluso, llega a postergar semanas el temido momento de realizar una limpieza a fondo de su vivienda. Por ello, algunas personas recurren, siempre que la economía lo permite, a profesionales que limpian el hogar.
Así las cosas, entre todas las tareas posiblemente limpiar sea una de las que más se detestan. Pasar la fregona, barrer o limpiar el horno pueden llegar a convertirse en una odisea cuando escasean las ganas.
Limpiar, sin embargo, es una necesidad. Un hogar con buenas condiciones higiénicas se convierte en algo esencial gracias a los múltiples beneficios que la limpieza aporta a la salud. Algunas personas, incluso, llegan a manifestar problemas en el organismo a la larga si se suceden ciertas actitudes que no cumplan algunos requisitos.
Además, hay verdaderos obsesionados por tener todo aquello que les rodea en perfectas condiciones de limpieza. Todo el mundo tiene un conocido que decide limpiar lo que otros tocan desde marcos de puertas a las gotas de agua en una encimera, algo que algunas personas no llegan a comprender.
Aun así, existe el consenso generalizado de que la limpieza de la esfera pública y privada debe mantener uno mínimos. Gracias a esto se han conseguido erradicar varias enfermedades estrictamente relacionadas con la falta de higiene y que han provocado una mejora de la calidad de vida muy considerable.
No obstante, la limpieza del hogar siempre suele ser la primera. Desde hace décadas los humanos han utilizado todo tipo de productos aunque en los últimos años los químicos han ganado por completo. Aun así, suelen existir viejos trucos con elementos comunes que nos ayuden a limpiar algunas partes importantes del hogar.
El truco de la patata
No todo son productos químicos. La patata, uno de los alimentos más consumidos en el mundo, también puede ayudarnos a limpiar los cristales de nuestra casa. Además, gracias al almidón y su jugo ayudan a dar un brillo especial a los vidrios.
La forma de ejecutar es sencilla. Solamente debemos partir por la mitad una de estos tubérculos y pasarlo por los cristales como si de una esponja se tratase. A continuación, hay que dejar actuar unos 15 o 20 minutos el jugo de la patata.
Por último, con algún elemento preparado para ello mojado de agua aclaramos los cristales mientras lo secamos con una bayeta. Incluso, si la suciedad fuese muy abundante podemos cambiar el agua por vinagre blanco. Una vez realizado todo el proceso podremos disfrutar de nuestros cristales limpios y brillantes.
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